Acefam: la empresa familiar se pone nuevas metas
La Asociación Cántabra de la Empresa Familiar (Acefam) conmemoró su vigésimo quinto aniversario celebrando el camino recorrido, pero con el propósito de aumentar su influencia atrayendo a nuevos socios que sean referentes y generen impacto en el territorio. Las empresas familiares, que además de los vínculos de parentesco que tienen sus propietarios se caracterizan por su fuerte vocación de continuidad, suponen más del 90% del total de las que tienen actividad en la región. Acefam cuenta actualmente con 71 socios, que dan empleo de forma directa a más de 8.000 personas.
José Ramón Esquiaga | @josesquiaga | Febrero 2025
Las empresas familiares, aquellas en las que existe una relación de parentesco entre sus propietarios y un compromiso de continuidad intergeneracional, son mayoritarias dentro del tejido productivo, pero su voz y capacidad de influencia quedan muy por debajo de su aportación en términos económicos y de empleo. Esta última es, cuanto menos, una de las ideas que se expresaron con motivo de la conmemoración del vigésimo quinto aniversario de la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar (Acefam), la agrupación que representa al colectivo y que se ha marcado como objetivo prioritario atraer nuevos socios y transferir el conocimiento generado en estos años en beneficio del conjunto de la economía. Además de valores como el apego al territorio, la visión a largo plazo o la vocación de permanencia, que siempre se les reconocen, Acefam considera que el conocimiento acumulado por las empresas familiares que forman la asociación supone un activo estratégico no solo para ellas, sino para el conjunto de las que operan en la Cantabria, donde forman más del 90% del total de sociedades en funcionamiento.
Fundada en 1999 con 18 asociados, Acefam cuenta hoy con 71 integrantes que representan más del 13% del valor añadido bruto (VAB) generado por el conjunto de sociedades mercantiles de la región, a la que aportan más de 8.000 empleos directos. Un cuarto de siglo de trayectoria en el que la asociación ha generado valor de forma “discreta y poco noticiable”, según apuntó Vicente Alciturri, su actual presidente, en el acto conmemorativo de la efeméride. El planteamiento para los próximos años, explicó, pasa por intensificar la transferencia de ese conocimiento a la sociedad y hacer partícipe a más familias empresarias de Cantabria: “Nos gustaría incorporar a Acefam a aquellas entidades referentes en su sector, generadoras de valor añadido y con impacto en el territorio, que tengan interés en aspectos que resultan cruciales para la continuidad de las empresas familiares”.
La sucesión, en el origen
Afrontar los problemas de la sucesión en las empresas familiares, que tradicionalmente han sido el principal obstáculo para su continuidad, fue uno de los objetivos fundacionales de la asociación, lo que a su vez dio lugar en los años siguientes a la consecución de varios logros en esa dirección. La reivindicación de un tratamiento fiscal que facilitara la transmisión intergeneracional de los negocios, la constitución de la Cátedra de Empresa Familiar en la Universidad de Cantabria o la puesta en marcha de la primera Escuela de Accionistas para Empresas Familiares han sido alguno de los hitos alcanzados por Acefam en estos 25 años.
Convencido de que las empresas familiares tendrán un papel protagonista en la modernización, progreso y prosperidad de la región, Vicente Alciturri cree que todo ese bagaje tiene potencial para convertirse en motor de cambio para consolidar la aportación de estas empresas al territorio en el que operan: “Las lecciones aprendidas en áreas como la gobernanza empresarial, la planificación del relevo generacional o la formación de las nuevas generaciones son herramientas habilitadoras para garantizar la sostenibilidad y competitividad de nuestro tejido empresarial”, explicó Alciturri. “No son ninguna píldora mágica, pero estamos seguros de que podemos ayudar”, concretó.
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Varios de los asistentes al aniversario. En el centro, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, y a la derecha, Vicente Alciturri, presidente de Acefam. Foto: Acefam.
Al acto conmemorativo del primer cuarto de siglo de Acefam, celebrado en el auditorio del Centro Botín de Santander, asistió un centenar de invitados, entre ellos Vicente Boluda Fos, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios y presidente ejecutivo de Boluda Corporación Marítima, una compañía líder en servicios marítimos globales que desde la primavera de 2024 opera la terminal de contenedores del puerto de Santander. En una conversación con Manuel Iturbe, director territorial del Banco Santander en Cantabria, destacó la importancia de la pervivencia de la empresa familiar. En ese sentido, apeló a la responsabilidad de cada generación para garantizar su continuidad, hacerla crecer, saber administrarla y prepararla para los retos asociados al relevo generacional.
Acefam: anfitriona de encuentros y pionera
En el repaso a los 25 años de historia de la asociación, durante el acto conmemorativo del aniversario se recordó la organización en dos ocasiones del Congreso Nacional de la Empresa Familiar –en los años 2010 y 2024– considerado como uno de los encuentros empresariales más relevante que se celebran en España y que, en la edición de este último año, reunió en Santander a 650 representantes de las 18 asociaciones territoriales que forman parte del Instituto de Empresa Familiar (IEF).
También la celebración en 2018 del Encuentro Familiar Fórum, que busca formar a las nuevas generaciones de empresarios. Además de lo relacionado con la organización de estos encuentros, Acefam evocó otros hitos que considera muy significativos en la trayectoria de la asociación, como su condición pionera al convertirse en la primera entre las que forman el IEF en dotarse de un Código Ético propio, cuyo cumplimiento es obligatorio para todos sus integrantes. Un proceso que supuso una adaptación estatutaria para establecer su incumplimiento como causa de baja de la asociación. La creación de la Escuela de Accionistas para Empresas Familiares también supuso abrir un cambio que luego fue seguido por otras asociaciones del país. El programa, al que se dio forma en colaboración con Deloitte, surgió como respuesta ante la falta de cursos y seminarios específicos para los integrantes más jóvenes de las familias empresarias. La iniciativa, que comenzó a funcionar en el año 2016, ofrece formación de alto nivel en materias de máxima trascendencia para las empresas familiares como son la creación de valor, el gobierno corporativo, el relevo generacional o el arraigo al territorio.