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Alberto Quijano, director general de Medio Ambiente y Cambio Climático: «Cantabria se va a poner a la cabeza del reciclaje»

Medio Ambiente y Cambio Climático contará este ejercicio con un presupuesto de 66 millones de euros, un 26,7% más que en 2024, de los que aproximadamente una sexta parte se destinarán a proyectos de recuperación de espacios degradados. El máximo responsable de esa dirección general, Alberto Quijano, analiza en esta entrevista la futura Ley de Control Ambiental, que confía sea aprobada con un amplio consenso a lo largo de este primer trimestre; la implantación del quinto contenedor en la región, el desarrollo eólico o la futura Estrategia de Acción frente al Cambio Climático de Cantabria que, si toda va bien, avanza que estará lista este mismo año.

Manuel Casino | Marzo 2025

Pregunta.– La futura Ley de Control Ambiental nace con el propósito último de reducir la burocracia a la que se enfrentan cada día las empresas de la región manteniendo al mismo tiempo todas las garantías medioambientales. ¿En qué punto se encuentra?

Respuesta.– Está en tramitación. Hay que tener en cuenta que la ley que teníamos en Cantabria, tanto por las reformas venidas de Europa como por las trasposiciones de las normativas nacionales, era una ley absolutamente obsoleta, llena de duplicidades y de tediosas tramitaciones administrativas. El propósito de esta nueva norma es justamente ese, evitar duplicidades y adaptarla a las nuevas regulaciones europeas y nacionales y, sobre todo, proceder a la simplificación administrativa que este Gobierno regional tiene por bandera. Una simplificación es una herramienta que creo es buena tanto para las empresas y ciudadanos como también para las administraciones y que no supone una merma de ninguna garantía medioambiental. Se trata de una ley que ya tenía un trabajo previo realizado. Lo que nosotros hemos hecho es mejorar aspectos y profundizar en la ya apuntada simplificación administrativa y hacerla más accesible y más clara. Pero lo que era la base de la ley ya estaba hecha por el equipo anterior. Por ello, esperamos un consenso muy amplio en el Parlamento porque entendemos que es una ley muy buena para Cantabria. Confiamos en que pueda ser aprobada en este primer trimestre del año.

P.– Anuncia que una de sus principales novedades es la creación de la figura de la declaración ambiental responsable para proyectos de escasa relevancia ambiental. ¿Qué espera de esta figura?

R.– Lo que esperamos es que agilice mucho los trámites porque, como bien dice, son temas de escasa relevancia ambiental que hasta ahora acababan en un cajón o esperando muchos meses de tramitación sin poderse poner en marcha. Lo que va a permitir esta figura es que con una declaración responsable se pueda poner en funcionamiento la actividad sin esperar a toda la tramitación de la Comisión de Comprobación Ambiental. Esto, que puede parecer un riesgo, no es así porque en la propia ley ya hemos introducido el contrapeso. Es decir, agilizamos, pero no pretendemos una barra libre porque esa declaración tiene que llevar un informe técnico suscrito por un técnico competente que, en caso de que lo datos que nos aparte no sean ciertos, se juega la inhabilitación profesional, además de cuantiosas multas económicas para el titular de la explotación. Por ello, creemos que no se a va a hacer un uso abusivo de esta nueva figura.

P.– Otra novedad es el incremento de las multas y sanciones. ¿El que la hace lo va a pagar muy caro?

R.– A ver. Las multas ya eran cuantiosas. Ahora son quizá algo más elevadas y el que la hace evidentemente la va a pagar. Y en materia de medio ambiente se paga muy caro, no ya solo por las multas económicas que se puedan derivar directamente del expediente sancionador, sino también por las responsabilidades medioambientales de restauración de aquellos daños o perjuicios causados, que también están contemplados. Por tanto, yo no recomendaría a nadie saltarse la legislación medioambiental.

Alberto Quijano, durante la entrevista. Foto: Nacho Cubero.

P.– Tras prorrogar hasta finales de 2025 el actual Plan de Residuos, su departamento prevé aprobar uno nuevo en 2026. ¿Tiene definido ya cuáles serán sus líneas maestras?

R.– No, todavía no. Pero el nuevo plan va ir en consonancia, como no puede ser de otra manera, con toda la legislación nacional y previsiones en materia de residuos y, sobre todo, con las que marca la Unión Europea, que es la que lleva la voz cantante en materia medioambiental. Y sí, nuestro compromiso es tenerlo listo en 2026.

P.– Por otro lado, desde sectores sindicales se ha criticado que el Ejecutivo quiera poner en marcha una Estrategia Cántabra de Bioeconomía y Economía Circular sin antes disponer del Plan de Ordenación del Territorio (PROT) y de un nuevo Plan de Residuos. ¿Qué opinión le merece esta posición?

R.– No entiendo muy bien esta crítica porque se trata de una estrategia absolutamente beneficiosa para Cantabria. Supone una oportunidad económica de generación de empleo y de sinergias positivas para la economía regional, ya que puede poner en valor muchos productos que ahora son residuos y que, mediante la reutilización, podemos volver a incluir en la vida útil. Además, realmente no veo mucho la relación de esta estrategia con el PROT.

P.– Cantabria acumula ya un retraso considerable en la implantación del quinto contenedor, el destinado a residuos orgánicos. ¿Esta tardanza se justifica en la ausencia de la planta de tratamiento de este tipo de residuos que está previsto ejecutar en Meruelo o hay otras causas?

R.– Es cierto que el retraso en la implantación del quinto contenedor es muy grande. Cuando nosotros llegamos al gobierno nos encontramos con todo por hacer. Hemos partido prácticamente de cero porque solo había un proyecto piloto para la implantación de este quinto contenedor que, una vez concluido, quedó en un cajón. Tampoco MARE estaba dotada de los medios necesarios para su implantación ni tenía absolutamente nada. Todo lo hemos puesto en marcha en un tiempo récord y me siento muy satisfecho y orgulloso de la labor realizada en este tema. A día de hoy, podemos decir que MARE está en condiciones de prestar los servicios para ponerlo en marcha. Ya ha tenido contactos con la Federación de Municipios de Cantabria para los convenios con los ayuntamientos que se quieran adherir y, si bien es cierto que aún no tenemos la planta de tratamiento que pondremos en marcha a lo largo de esta legislatura, MARE tiene los convenios con Cogersa para dar el servicio correspondiente a este quinto contenedor. De hecho, ya hay municipios, como es el caso de Piélagos, que ya lo tiene implantado. Esperamos que a lo largo de este 2025 sea masiva la adhesión de ayuntamientos y la implantación del quinto contenedor en Cantabria. Nuestro compromiso es que la planta de Meruelo, que cuenta con una inversión de casi 60 millones de euros, esté en funcionamiento en esta legislatura.

«Estamos haciendo potentes inversiones que vamos a ejecutar a lo largo de estos años en la automatización de la planta del Mazo, en la ampliación de la red de puntos limpios, en plantas de compostaje y en proyectos de reciclaje»

P.– Cantabria incumple desde hace años todos los objetivos de reciclaje, pese a los indudables beneficios medioambientales que esta práctica comporta. ¿Por qué nos cuesta tanto reciclar?

R.– Es complejo. Es cierto que los datos no son buenos. Estamos poniendo en marcha un montón de medidas para tratar de revertir esa situación y estoy absolutamente convencido de que, con ayuda de los ayuntamientos y de los ciudadanos, Cantabria se va a poner a la cabeza del reciclaje. Estamos haciendo potentes inversiones que vamos a ejecutar a lo largo de estos años en la automatización de la planta del Mazo, en la ampliación de la red de puntos limpios, en plantas de compostaje y en proyectos de reciclaje, con lo que la apuesta este Gobierno de la presidenta Sáenz de Buruaga ha hecho por el reciclaje es absoluto. Y estoy seguro de que esa apuesta la vamos a ver en los números. Es verdad que también hace falta una mayor sensibilización, por lo que tenemos previsto realizar, con fondos europeos, una potente campaña para explicar tanto el quinto contenedor como los beneficios del reciclaje. En este asunto tenemos una idea un poco equivocada. El reciclaje es bueno medioambientalmente, pero es también una oportunidad económica de primera magnitud. Y Cantabria no se puede permitir quedar al margen de ese desarrollo económico que en el futuro, además, cada vez a ser mayor. Además, hay que tener en cuenta que no solo se trata proteger el medioambiente, sino también de mejorar. Esa es la idea con la que trabajamos en esta dirección general. Insisto en que si el reciclaje lo hacemos bien, se generan sinergias locales entre empresas que son oportunidades económicas de preservación de recursos y que, además, acercan la economía al ciudadano.

P.– ¿Cómo califica la situación de Cantabria en cuanto a la red de vertederos, sobre todo los que tienen que ver con los residuos industriales?

R.– Bueno. En MARE tratamos pocos residuos industriales, no es una de sus principales funciones. Se admiten algunos no peligrosos, pero no tiene demasiada relevancia.

P.– Cantabria ha llegado tarde a la energía eólica, lo que sin duda lastra nuestro objetivo de ser energéticamente autosuficientes. ¿Cómo estamos de cerca o de lejos de conseguir ese reto fundamental para la economía regional?

R.– Tenemos que reconocer que Cantabria ha llegado muy tarde a la energía eólica. Es una de las asignaturas pendientes. Desde este departamento hemos realizado un esfuerzo titánico para intentar revertirlo. Cuando nosotros llegamos al gobierno solo había un parque en funcionamiento con 32 MGW de potencia de los 700 que marca el Plan de Sostenibilidad Energético de Cantabria. Lo que hemos hecho es potenciar aquellos parques eólicos que son buenos para la región. De momento, ya tenemos autorizados dos de ámbito estatal, que son los del Escudo y Bustatur, y otros cinco con declaraciones de impacto ambiental favorables. Lo que pretendemos es que antes de que finalice la legislatura seguramente hayamos multiplicado por diez la potencia eólica que nos encontramos al llegar. La eólica es un recurso absolutamente necesario. Hay que señalar datos que posiblemente no se conocen. Y es que en ese mix energético, la UE ya fija unos mínimos que hay que alcanzar. Así, establece un 42,5% de este mix tiene que provenir de energía eólica. Y Cantabria está muy por debajo. Además, tenemos otros cinco o seis parques autonómicos en tramitación avanzada, aunque quiero resaltar que nosotros nos tomamos muy en serio estas tramitaciones. No autorizamos ni todo lo que nos llega ni de cualquier manera. Cuando un parque eólico no responde a las expectativas medioambientales que entendemos que debe cumplir, pues se emiten desfavorables como el que se acaba de emitir en relación al parque de Corus. No nos vale el desarrollo eólico de cualquier forma. Queremos un desarrollo ordenado y muy respetuoso con el medio ambiente porque para nosotros es primordial la defensa medioambiental de Cantabria.

«Cantabria es la segunda comunidad autónoma que emite menos gases de efecto invernadero, el 2% del total nacional»

P.– La Estrategia de Acción frente al Cambio Climático de Cantabria para el periodo 2018-2030 se corresponsabiliza con el objetivo de España de reducción de la emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). ¿Cómo lo estamos haciendo?

R.– Hay que señalar que nosotros nos encontramos con la tramitación de ya una nueva estrategia, que ya tenemos adjudicada a una asesoría técnica con la que estamos trabajando para que esté lista, si todo va bien, en este 2025. Estamos ahora dando los primeros pasos para su elaboración con una descripción de la situación actual y de los objetivos que estamos definiendo. Pero es necesario y esencial prepararnos para afrontar el cambio climático. Hay que tener en cuenta que somos una región muy pequeña dentro de España, dentro de Europa y dentro del mundo. El cambio climático es un fenómeno universal que desde Cantabria combatimos como podemos, pero sabiendo que se trata de magnitudes a nivel mundial. Tenemos que aportar nuestro granito de arena, pero reitero que es un fenómeno mundial. ¿Cómo va a evolucionar? Pues no lo sabemos. Cantabria es la segunda comunidad autónoma que emite menos gases de efecto invernadero, el 2% del total nacional. Estamos por tanto en una buena posición. Estamos trabajando en ello con importantes contribuciones de las grandes empresas de la región y vamos a ver cómo esas emisiones se reducen sustancialmente durante los próximos años en Cantabria. En este sentido, hay que agradecer la responsabilidad de las empresas de la región, que están muy sensibilizadas y que cada vez aportan soluciones más eficientes.

P.– Como apunta, en Cantabria existen en la actualidad grandes proyectos industriales que plantean importantes inversiones vinculadas al medio ambiente: la transición energética de Solvay, la central de bombeo de San Miguel de Aguayo… ¿Podemos aprovechar el motor inversor que representan estas actuaciones en materia de medio ambiente?

R.– El medio ambiente es una oportunidad económica como se está viendo con las potentes inversiones que ya están llegando a Cantabria. Eso es indudable. Pero en relación a su pregunta, estimo que sí deberíamos coger ese tren porque, además de los indudables y necesarios beneficios medioambientales, puede generar muchísima riqueza.