Ayuda a un click de distancia
Un dispositivo desarrollado en Cantabria ofrece una solución para quien necesite contactar con los servicios de emergencia de una forma rápida y con una mínima intervención por parte de la persona que se encuentre en dificultades: basta accionar el pulsador para generar una llamada y enviar las coordenadas desde donde se emite. Tras más de un año de desarrollo, ‘112click’ ha iniciado este mes la comercialización de sus dispositivos, que funcionan en cualquier lugar del mundo.
José Ramón Esquiaga | @josesquiaga | Enero 2020
Desde abril de 2018, todos os vehículos nuevos que se venden en la UE deben incorporar obligatoriamente un sistema automático de llamada de emergencia. El funcionamiento es sencillo, y muestra las casi inabarcables posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías: los sensores repartidos por el vehículo detectan cuándo se ha producido un accidente y, a través del móvil que tenga configurado para ello el usuario, el sistema –denominado eCall– efectúa una llamada a los servicios de emergencia, en la que se transmite automáticamente la posición del vehículo. Aunque quien atiende la llamada puede hablar con los accidentados, no es imprescindible que lo hagan, de manera que todo el proceso puede completarse sin necesidad de que el usuario tenga que intervenir. Esa idea, pedir ayuda con una intervención mínima por parte de quien la precisa, es precisamente la que un ingeniero cántabro ha desarrollado para crear 112click, un proyecto que sitúa la respuesta ante cualquier incidencia a solo un pulsador de distancia.
José Manuel Mier, que ha puesto en marcha varios proyectos para aprovechar la capacidad térmica de los microchips, comenzó a dar vueltas a la idea de 112click coincidiendo con la desaparición de Diana Quer, y pensando en las víctimas de agresiones como usuarios potenciales de su dispositivo. En el desarrollo posterior identificó a los ancianos y las personas que viven solas como otro gran grupo que podía beneficiarse de un sistema que permitiera comunicar con los servicios de emergencia ante una caída o un problema de salud. Ambos colectivos –quienes por una causa sobrevenida precisan ayuda policial o quienes requieren asistencia médica– tienen en común su escasa disposición para hacer una llamada convencional: “Pero prácticamente todo el mundo lleva un móvil encima o, si está en casa, lo tiene cerca. Eso es lo que nos planteamos aprovechar para ofrecer una alternativa”, explica Mier, que ha trabajado durante algo más de un año en el diseño de una solución que, finalmente, se ha concretado con el inicio de la comercialización de sus dispositivos, este mes de enero. El sistema funciona de forma similar a como lo hace la eCall de los vehículos, con la única diferencia de que aquí es necesario que el usuario pulse el botón. “No hay un indicador que permita saber de forma automática que estamos ante una emergencia, pero solo es necesario un toque al dispositivo para activar la llamada, y a partir de ahí no es necesaria ninguna otra intervención para que llegue la ayuda”.
Los dispositivos pueden llevarse en la muñeca o colgados del cuello, y los hay en versión resistente al agua para poder usarse ante, por ejemplo, un accidente en la bañera, algo muy habitual en ancianos. La llamada que se genera es atendida por servicio de emergencias más cercano –el dispositivo llama al 112, o a su equivalente en el país que se trate, si el accidente se produce fuera de España– que tendrá la posibilidad de contactar con el usuario y, tanto si hay respuesta como si no, enviará ayuda a las coordenadas que habrá enviado el sistema. Este puede identificar, además, si la emergencia se ha producido en el domicilio habitual –o segunda o tercera residencia– de la persona en dificultades. Con esa información, y si no ha sido posible contactar con el accidentado, los servicios de emergencia sabrán que es my posible que no haya nadie que pueda abrir la puerta, y contactar con un cerrajero. “La idea siempre es ganar tiempo. Tenemos también disponible un servicio ‘premium’, que implica el pago de una cuota mensual, a través del que, además de la llamada al 112, se establece contacto con los números de teléfono que indique el usuario”.
Tras año y medio de trabajo, Mier ha iniciado la comercialización de sus dispositivos este mes de enero. Fabricados en España, se venden a un precio que va desde los 69 a los 89 euros, sin que posteriormente haya que hacer frente a ninguna tarifa para acceder al servicio, con la excepción de los 7 euros mensuales que abonarán quienes se suscriban al servicio ‘premium’, que será atendido desde un ‘call center’ contratado al efecto.
El proyecto ha implicado el desarrollo del software necesario para el funcionamiento del sistema, el diseño de los dispositivos y la búsqueda de una empresa que los fabrique, que finalmente será una ubicada en Valencia. Además se ha elaborado una app de móvil y una página web a través de la que es posible adquirir los dispositivos. “Todo el empleo que se genera es indirecto, en el diseño, la fabricación y la comercialización”, explica José Manuel Mier. La app –que funciona con los idiomas más hablados del mundo, y también en todas las lenguas oficiales de España, incluido el aranés– es de descarga gratuita y ofrece sin coste un servicio de posicionamiento, que manda un sms con la posición del teléfono en caso de que este se aleje más allá de una distancia determinada de un punto previamente indicado: “En este caso no es necesario pulsar ningún botón, lo que puede ser muy útil en ancianos o en niños que puedan desorientarse”.
Además de a través de la propia web, la venta de los dispositivos de 112click se realizará a través de Amazon y de una red de distribuidores que todavía está pendiente de completar. La intención de Mier es que uno de los puntos de venta sean las farmacias, por el perfil de usuarios potenciales de los dispositivos. El plan de negocio de 112click contempla a los ancianos como el principal colectivo que puede aprovechar las posibilidades de sus dispositivos, sin olvidar a las personas que ven amenazada su seguridad por cualquier circunstancia. “Una caída, un infarto, un problema repentino de salud, una agresión… son situaciones en las que no puedes ponerte a hacer una llamada, pero que exigen una respuesta rápida. Para todas esas circunstancias es para lo que hemos desarrollado nuestro proyecto”.