En su 42 años de historia, la Empresa Nacional de Innovación S.A., más conocida como ENISA, ha ayudado a iniciar el vuelo a más de 7.800 pymes y empresas emergentes con la concesión de unos 1.400 M€ en préstamos. Hoy prosigue su actividad con nuevas líneas de préstamos orientadas a públicos y actividades concretos (emprendedoras, actividades culturales…) y otros productos, como la certificación de startups.
Francisco Rouco | Noviembre 2024
A la hora de emprender, está muy claro de dónde viene el dinero. Según el informe GEM 2023-2024 del Observatorio del Emprendimiento de España, el 55% de las personas que emprenden recurren a su propio dinero. Las siguen quienes solicitan un crédito (17%), se lo piden a la familia (10%) o utilizan subvenciones públicas (7%). En Cantabria las prioridades no varían, pero sí hay una mayor dependencia del capital propio (59%, +4 puntos porcentuales sobre la cifra estatal) y especialmente del crédito bancario (27%, +10 pp), en perjuicio del capital familiar (9%, -1 pp) y la ayuda pública (5%, -2 pp).
Buena parte de esa ayuda pública para levantar pymes y empresas emergentes proviene de ENISA, que depende del Ministerio de Industria y Turismo. Desde su fundación hace 42 años, ENISA ha concedido 8.835 préstamos a 7.816 empresas, en total 1.380,1 M€. Para poner estas cifras en contexto y deducir el alcance de estas ayudas se puede acudir al último registro de nacimientos de empresas del INE, con datos de 2020. Ese año nacieron 278.525 empresas, entonces ENISA concedió 412 préstamos por un importe de 65,9 M€. Más recientemente, en 2023 la institución pública ofreció 563 préstamos, 99,5 M€.
En Cantabria, las cifras son más manejables. El histórico señala algo más de 9 M€ a repartir entre 50 préstamos, lo que sitúa a la región como la tercera por la cola en dinero prestado (solo por detrás de La Rioja y Canarias) y la penúltima por número de préstamos concedidos (tras La Rioja). En 2023, ENISA otorgó tres préstamos por un montante de 1,3 M€ a empresas cántabras, y en lo que llevamos de 2024 van dos préstamos por 0,4 M€. Todas estas cifras, así como las empresas financiadas se pueden consultar fácilmente en la página web de ENISA.
Préstamos a 9 años e intereses deducibles fiscalmente
“Nos gustan las empresas que necesitan 25.000 € o 60.000, pero también las que requieren 1,5 millones de financiación. En ENISA no entendemos de restricciones, lo que queremos es que el talento de España tenga cabida en la financiación de España”, afirma Borja Cabezón, CEO de la empresa pública, que recuerda que pymes y empresas emergentes pueden solicitar un préstamo a través de la web de la institución siempre que cumplan ciertos requisitos, como tener la sede en España, que la mayoría de su equipo trabaje en territorio español o que no se dedique a las criptomonedas ni al mercado inmobiliario. “En unos 50-60 días estudiamos el caso y damos respuesta”.
Actualmente, ENISA despliega seis líneas de crédito. Cada una se dirige a un público particular o un momento concreto de desarrollo del proyecto empresarial: Jóvenes emprendedores (préstamo mínimo de 25.000 € y máximo de 75.000), Emprendedores (25.000-300.000 €), Crecimiento, Agroimpulso, Emprendedoras Digitales y Audiovisual e Industrias Culturales y Creativas (estas cuatro últimas líneas tienen un préstamo mínimo de 25.000 euros y un máximo de 1,5 M€).
Todos estos planes de financiación se apoyan en el préstamo participativo, un producto financiero que reúne numerosas ventajas para quien lo solicita. Sin avales, sin garantías económicas y sin que el Estado entre a formar parte del accionariado de la empresa. Los plazos de vencimiento y amortización son igualmente generosos: hasta 7 o 9 años de vencimiento máximo y hasta 5 o 7 años de carencia máxima, según la línea de préstamo concedida. En cuanto a los intereses, dependen de la evolución de los resultados del proyecto y son deducibles del impuesto de sociedades. Además, el préstamo concedido no aparece en el CIRBE. “Creo que son características muy atractivas cuando estás enfocado en levantar tu negocio, en buscar aliados, en generar equipos potentes”, explica Borja.
La implicación de ENISA va más allá de la concesión del préstamo. “Nos gusta decir que acompañamos a emprendedores y emprendedoras a lo largo de todas las etapas de emprendimiento, desde el inicio pasando por la consolidación y la expansión de la empresa. Incluso en los momentos más complicados para una empresa, cuando tiene dificultades para pagar. En ese momento buscamos una refinanciación. A veces, por desgracia, hay proyectos que no cogen vuelo y es imposible refinanciarlos. Por suerte, no nos pasa con frecuencia”.
Empresa emergente certificada
Desde julio de 2023, ENISA otorga la certificación de startup, una distinción que permite que la empresa certificada se acoja a las ventajas establecidas en la Ley 28/2022 de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, más conocida como ley de startups, aprobada en diciembre de 2022. Entre estas ventajas se encuentran la reducción del tipo impositivo del impuesto sobre sociedades al 15% (en vez del 25% de carácter general), el aplazamiento de deudas tributarias o la supresión de determinadas tasas de constitución de empresa. También hay medidas dirigidas a despertar el interés de los inversores a través de exenciones fiscales.
Cumplidos los 15 meses desde su creación, ENISA ha concedido este certificado a 1.224 empresas, la mayoría dedicadas a la industria informática, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y la salud. En torno a las tres cuartas partes de las certificaciones se reparten entre Cataluña (27,5%), la Comunidad de Madrid (26,7%), la Comunidad Valenciana (10,1%), Andalucía (8,1%) y Galicia (5,1%).
Por su parte, Cantabria cuenta con nueve empresas certificadas (0,7% del total), la segunda comunidad autónoma con menos certificaciones, solo por detrás de La Rioja, que tiene tres. Las empresas cántabras certificadas son Fabe Business Development, dedicada al desarrollo de negocio; la red de tiendas de proximidad el Súper de los Pastores; la compañía de soluciones para la atención telefónica automatizada Idrus; Inhibitec Anticuerpos, que ofrece tratamientos para pacientes de psoriasis; Kaavan Digital, especializada en marketing digital para el sector de la automoción; el fabricante de filtros para piscinas Regfilter; la compañía Siali, dedicada a la transformación digital de empresas orientada a la industria 4.0; Vamos Rural Marketing, portal digital con un catálogo de actividades lúdicas; y Uktena, proveedor de asistentes profesionales de realidad mixta.
Los requisitos para solicitar gratuitamente la certificación recuerdan a los del préstamo participativo (sede de la empresa en España, fundación reciente, propósito de innovación…), pero añade otros como no superar un volumen de negocio de 10 M€ anuales o no cotizar en un mercado regulado. Hasta abril de 2024, se habían aprobado en torno al 63% de las solicitudes. Más de la mitad de las solicitudes rechazadas lo fueron por incumplir las criterios de admisión marcados por la ley de startups, seguidas, en menor medida, por la falta de respuesta a los requerimientos y no demostrar suficiente grado de innovación o un modelo de negocio escalable.
Para Borja Cabezón, el futuro a corto plazo de ENISA pivota sobre tres polos: seguir perfeccionando los préstamos, continuar sumando nuevas empresas certificadas y “aportar nuestro granito de arena para formar a los emprendedores”. Aunque el CEO de ENISA expone de corrido los tres objetivos, uno de ellos parece destacar. “No hay planes de formación todavía, pero estamos pensando en ello. Sería como rodear toda la cadena de valor del emprendedor: empiezas con la formación, pasas a financiarte y luego a certificarte. Sueño con eso. Ojalá tengamos la capacidad de impulsar una labor formativa muy precisa para la comunidad emprendedora de este país”.