Ceinor da el salto con su programa de gestión para talleres
La empresa tecnológica ha logrado convertirse en una referencia en el mercado tras crear GENES, un programa de gestión desarrollado para cubrir las necesidades de los talleres de neumáticos y mecánica rápida. Fundada en 2004 por dos emprendedores cántabros, la empresa se trasladó el pasado año a una nueva sede en el polígono de Tanos-Viérnoles en Torrelavega que ya se ha quedado pequeña. En los próximos meses comenzará la construcción de una nueva nave en los terrenos anexos, lo que permitirá dar respuesta a un plan de expansión que contempla doblar plantilla y multiplicar por tres la facturación en los próximos dos años.
Por Jose Ramón Esquiaga @josesquiaga
Más allá de ese lugar común que nos recuerda que los proyectos tecnológicos nacen partiendo de cero y sobre bases muy modestas, lo que tienen en común la mayor parte de las historias de éxito en este sector es su vinculación con proyectos concretos, desarrollados escuchando al cliente y sabiendo aportar soluciones a sus necesidades. Como tantas otras empresas de cualquier ámbito, Ceinor cumple sobradamente con la primera de esas ideas –aquello de arrancar con pocos medios– pero sobre todo es un perfecto ejemplo de lo que supone crecer a partir de un proyecto, en su caso un programa de gestión concebido para dar servicio a los talleres de neumáticos y mecánica rápida. El software creado por la empresa cántabra está hoy presente en la mayor parte de las redes de talleres de mecánica rápida que operan en España. GENES, el nombre del programa desarrollado por Ceinor, es la base sobre la que se asientan las previsiones de crecimiento de la empresa, que actualmente da trabajo a 18 personas pero que prevé duplicar su plantilla en dos años, lo que de forma inmediata implicará construir un nuevo edificio en los terrenos anexos al actual, estrenado hace apenas unos meses. La empresa, que factura algo más de un millón de euros, tiene previsto triplicar esa cifra en los dos próximos años, hasta acercarse a la cota de los 4 millones.
Ceinor fue creada en 2004 por Germán López y Asier Díaz, dos jóvenes emprendedores cántabros, amantes de la programación, que se habían conocido mientras estudiaban informática. Aunque esta era la vocación sobre la que se asentaba el proyecto, la empresa se centró en aquellos primeros años en dar servicios informáticos a empresas de la región, entendidos estos en su sentido más amplio: desde la venta y reparación de ordenadores a la instalación y mantenimiento de redes, servidores y comunicaciones. Pero en paralelo a todo ello, y con los recursos que llegaban de ahí, los fundadores de Ceinor comenzaron a desarrollar una aplicación de gestión estándar denominada Gescom, en lo que puede identificarse como el germen de GENES. En determinado momento, se familiarizan con el mundo del neumático y la mecánica rápida y es ahí donde identifican las carencias que limitaban las aplicaciones existentes y comienzan la especialización que iba a ser básica para diferenciar el software de Ceinor del resto de alternativas que existían entonces en el mercado. “En un programa de gestión convencional cuentas con el respaldo del fabricante, pero también con las limitaciones de su estandarización, con lo que es habitual que el usuario demande personalizaciones que cubran las necesidades propias de su sector. La clave de nuestro negocio está en la especialización en un mercado concreto y el desarrollo de una herramienta que cubre todas las necesidades y expectativas para ese mercado”, explica Asier Díaz.
Durante los primeros años de vida la empresa compatibilizó la prestación de servicios informáticos con la programación. Al mismo tiempo había ido desarrollando pequeñas herramientas que conectaban con las aplicaciones de gestión que existían en aquel entonces, y permitían realizar determinadas operaciones necesarias para el día a día de los talleres y que no estaban contempladas con las aplicaciones del sector. Es entonces cuando Ceinor se plantea crear un programa específico para el sector de mecánica rápida y neumáticos, y partiendo de Gescom comienza el desarrollo de una vertical específica para este sector, lo que más tarde denominarían GENES. La primera versión de ésta vertical estuvo lista en 2012, y se instaló en varios talleres de la región a modo de test. El excelente resultado propició una rápida penetración en el sector donde hoy en día se han consolidado como la aplicación de referencia en los talleres especialistas en neumáticos y mecánica rápida.
GENES da servicio actualmente a más de 450 talleres en toda España, incluidas las Baleares y Canarias. Las previsiones de Ceinor contemplan que esas cifras se tripliquen en un año, creciendo en el mercado nacional pero también como resultado de su salida fuera de España. Un paso, este de la internacionalización, que es inminente en el caso de Portugal, y que también está muy próximo en otros destinos. Esta expansión en talleres y licencias se sustenta en acuerdos concretos con redes y fabricantes, en un proceso que es también muy representativo a la hora de explicar dónde están la diferenciación y las ventajas competitivas del producto desarrollado por la empresa torrelaveguense.
Desde el primer momento, la principal vía para el crecimiento de GENES ha estado estrechamente ligada a la relación con los talleres y al boca a oído dentro del sector: “Hay una enorme diferencia cuando visitamos a un taller que ya nos conoce, porque alguien le ha hablado de nuestro producto, y cuando vamos a otro que no sabe nada de nosotros. Afortunadamente, estos últimos cada vez son menos”, resume Asier Díaz. En todo ese proceso –tanto en el desarrollo de un producto con herramientas muy específicas, como en la expansión– han tenido una importancia decisiva los usuarios: “Una de las claves de este negocio es la humildad, escuchar al cliente que es el que de verdad conoce su negocio. Y escucharle también cuando te dice que algo no funciona en la aplicación, o que no responde a lo que él necesita. Seguramente no sabrá explicarlo, pero si él dice que algo no va bien, es porque no va bien. No podemos pensar que sabemos más que él: nuestro trabajo es solucionarlo”.
Más de la mitad de la actual plantilla de Ceinor está integrada por programadores, una proporción muy elevada que los responsables de la empresa admiten que no es muy habitual en el sector, pero que tienen intención de mantener, o incluso incrementar, en el futuro. ““Es verdad, no es habitual tener una proporción tan alta de programadores manteniendo una herramienta, pero consideramos que es imprescindible para conseguir el producto que queremos: un programa fácil de manejar, que aporte soluciones a sus usuarios y que tenga el máximo de comunicaciones posibles entre el taller y sus proveedores. Todo eso exige escuchar constantemente al cliente, pasar muchas horas con él, y trabajar aquí para dar respuesta a lo que nos piden”.
El sistema de trabajo de Ceinor responde a una metodología que arranca en la empresa del cliente y que implica anotar todos los comentarios que este hace sobre la aplicación y sobre todo lo que tiene que ver con la gestión de su negocio, y cómo integrarla en el programa. “Nosotros no tenemos un taller y es muy complicado que se nos ocurran mejoras en nuestra oficina, pero a nuestros consultores sobre el terreno y a los usuarios se les ocurren constantemente. Todo lo que nos dicen, absolutamente todo, se documenta y se valora en consultoría. Valoramos las sugerencias y si el departamento de consultoría y el de desarrollo deciden que eso puede mejorar el programa o la experiencia del usuario, nuestro equipo de I+D trabaja en incorporarlo”. Además de incorporar mejoras en el programa de gestión, todo este procedimiento sirve para reforzar los canales de comunicación entre los desarrolladores y los usuarios, generando un círculo virtuoso entre las sugerencias y las respuestas: “Normalmente un usuario no tiene facilidades a la hora de contactar con el fabricante de software para sugerir una mejora, pero con nosotros lo hacen gracias a la cercanía que intentamos mantener con todos ellos. Esa es una de las claves de GENES”, aseguran los responsables de Ceinor.
Como cualquier otro programa de gestión, GENES integra todo lo relacionado con el trato con clientes y proveedores, además de la gestión de almacenes y stocks, pero añadiendo las particularidades relacionadas con la actividad de los talleres de neumáticos y mecánica rápida. El abanico de opciones cubriría, por ejemplo, la posibilidad de acceder a las especificaciones de mantenimiento de cualquier vehículo a partir de su matrícula o, como uno de los elementos diferenciadores más importantes, la incorporación de todas las vías de comunicación con sus principales proveedores, lo que en este sector implica una enorme complejidad. Sin GENES, un taller que quiera hacer un pedido a un fabricante de neumáticos, o a un recambista, debe acceder al sistema de cada uno de ellos; el software de Ceinor ha incorporado la comunicación con la mayor parte de los proveedores, con lo que basta con utilizar su software para acceder al catálogo de cualquiera de ellos: “La relación con los fabricantes es uno de nuestros puntos fuertes. Y también ha sido gracias a nuestros usuarios ya que en muchos casos ellos mismos han sido quienes han facilitado una vía de comunicación directa con el fabricante de neumáticos o el distribuidor de recambios que ha desembocado en el desarrollo de interfaces de comunicación directa entre GENES y éstos, facilitando el trabajo diario de usuario y generando un gran ahorro neto de costes para las empresas”.
Cuando los fundadores de Ceinor comenzaron el desarrollo de GENES, tuvieron claro que desarrollarían una herramienta moderna para el usuario buscando simplificar y completar los procesos del negocio. Para ello uno de sus principales pasos era potenciar la conectividad entre usuario y fabricante, por lo que querían tener muy presente el punto de vista de este último. Fue entonces cuando comenzaron algunas rondas de contacto con los principales fabricantes de neumáticos europeos, encuntros en los que se realizaban demostraciones de las capacidades de GENES y que pronto sirvieron para abrir el camino para una colaboración de largo recorrido que se ha mantenido hasta hoy y que también se ha replicado en las principales redes recambistas. Con muchos de ellos se han cerrado acuerdos, bien para instalar el software cántabro en los talleres de las cadenas o bien para que GENES sea el programa de gestión que recomienda el fabricante a su red. En todo caso, destacan los responsables de la empresa cántabra, es muy difícil encontrar una cadena de mecánica rápida o distribución de neumáticos en la que no tenga presencia GENES, con independencia de que exista o no un acuerdo cerrado con el fabricante o red que lo abandere.
Las previsiones de crecimiento que maneja la empresa se sustentan en gran parte en la existencia de estos acuerdos, pero sobre todo en la cuota que ha conseguido GENES en un sector que es muy heterogéneo, y en el que el programa de gestión desarrollado por Ceinor ha demostrado ser adecuado tanto para los grandes talleres integrados en una potente red, como para los más pequeños, aquellos en los que el dueño es uno de los dos o tres trabajadores que atienden a los clientes: “GENES cambia su interface en función del rol del usuario dentro de la organización, adaptándose de esta manera a cada puesto de trabajo”. Ese grado de adaptabilidad, consecuencia de nuevo de ese trabajo codo a codo que Ceinor desarrolla con sus clientes, implica que el potencial de crecimiento en el mercado español siga siendo elevado, y que en la exportación amplíe el abanico de las expectativas en una medida que no es fácil cuantificar, pero que será en todo caso notable.
A ese incremento de la actividad se dará respuesta ya desde las nuevas instalaciones que Ceinor tiene previsto comenzar a construir en los próximos meses, para empezar a operar en ellas durante la primavera de 2018. El nuevo edificio se levantará junto al actual, inaugurado el año pasado y cuyos 450 metros cuadrados se han quedado ya pequeños. De acuerdo al modelo de negocio de Ceinor –con la relación con el cliente y la incorporación de mejoras al software en el primer plano– todas las necesidades de espacio tienen una relación directa con el aumento en la plantilla, sobre todo en el departamento de desarrollo y consultoría. El nuevo edificio, en el que está previsto invertir en torno al medio millón de euros, sumará 900 metros cuadrados los actuales. Esa es una buena referencia del potencial de crecimiento de la empresa.