CIFP Puerto de Laredo: una escuela para los profesionales del mar
Hasta la apertura el pasado año del Centro Integrado de Formación Profesional Puerto de Laredo, Cantabria era la única comunidad autónoma costera que carecía de una escuela especializada en un gremio que, pese al declive de la actividad pesquera, sigue siendo clave en su economía. Con más de 70 alumnos en su primer curso, el centro busca consolidarse como referente para la profesionalización de quienes trabajan en actividades vinculadas con lo marítimo, atraer a nuevas generaciones y dar un renovado impulso a la pesca, cada vez más necesitada de jóvenes que den el relevo a quienes hoy patronean los barcos.
Ana Bringas | Marzo 2025
Resulta casi inexplicable que hasta septiembre de 2024 Cantabria fuera la única comunidad autónoma costera de España que carecía de una escuela náutico-pesquera. Durante décadas, esta especie de anomalía educativa y profesional privó a una región con una rica tradición marítima de un recurso esencial para la formación y el desarrollo del sector. En un territorio donde el mar ha sido –y sigue siendo a día de hoy– fuente de vida, empleo y cultura, la ausencia de un centro especializado para formar a profesionales en esta área parecía un sinsentido.
La situación colocaba a Cantabria en desventaja frente a otras comunidades costeras y obligaba a los jóvenes cántabros interesados en la familia profesional náutico-pesquera a desplazarse a otras regiones para recibir una formación adecuada, algo que indudablemente suponía una barrera de acceso que mermaba vocaciones y limitaba las posibilidades de rejuvenecer un sector que afronta en este punto desafíos cruciales.
Ahora, el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Puerto de Laredo supone un antes y un después para Cantabria y su relación con el mar, al contar ya la región con una escuela que ofrece formación especializada en áreas como la pesca, la navegación y el mantenimiento de embarcaciones, respondiendo a las necesidades del sector pesquero, pero también abriendo nuevas posibilidades de empleo en trabajos relacionados con el mar y potenciando la economía local. Sin embargo, algunos alumnos admiten que cursan sus estudios en la villa pejina más por su pasión por el mar que por una intención clara de dedicarse profesionalmente a ello, y otros planean ejercer su profesión fuera de la región.

Estudiantes del centro especializado, en el taller. Foto: Nacho Cubero.
Con todo, el centro, que aún está iniciando su actividad, permite que los jóvenes cántabros puedan formarse sin necesidad de salir de su comunidad, al tiempo que atrae a estudiantes de otras regiones que eligen instalarse en Cantabria. Además, impulsa la innovación y la profesionalización de una actividad económica fundamental para el litoral cántabro. El reto en este momento es consolidar esta escuela, que arranca su primer curso con más de 70 estudiantes, como un referente capaz de hacer atractivo el trabajo en la mar, contribuyendo con ello a revitalizar el tejido marítimo-pesquero de Cantabria.
La escuela
El Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Puerto de Laredo se creó con una inversión de cinco millones de euros y el objetivo de ofrecer estudios especializados en la familia profesional marítimo-pesquera. Su propósito es proporcionar titulaciones académicas y un marco de cualificación profesional que se adapte a las necesidades del sector pesquero y marítimo de Cantabria. Aunque la formación en este centro comenzó en septiembre de 2024, su inauguración oficial tuvo lugar el 29 de noviembre de ese mismo año.
La oferta formativa abarca diferentes niveles de Formación Profesional (FP). En el nivel básico, se imparte el título de mantenimiento de embarcaciones deportivas y de recreo, que actualmente cuenta con un único curso con 16 estudiantes matriculados. En el nivel medio, se ofrecen dos ciclos formativos: técnico en mantenimiento y control de maquinaria de buques y embarcaciones, con 16 matriculados en primer curso y 12 en segundo; y técnico en navegación y pesca de litoral, que en su primer curso tiene 9 estudiantes inscritos. En el nivel superior se imparte el título de técnico superior en transporte marítimo y pesca de altura, que en su primer año cuenta con 20 alumnos.
Cabe destacar que, hasta el curso pasado, la formación relacionada con el título de técnico en mantenimiento y control de maquinaria de buques se impartía en el Centro Integrado de Formación Profesional Número Uno de Peñacastillo, en Santander, y ahora ha pasado a emplazarse en la villa pejina. Los otros tres ciclos formativos que se ofrecen en el CIFP Puerto de Laredo son una nueva incorporación educativa en la región.
Además de los ciclos de FP, el centro contempla la posibilidad de ofrecer certificados de profesionalidad, que permiten obtener titulaciones oficiales con validez académica y profesional. También se desarrollan actuaciones formativas específicas para profesionales del sector marítimo-pesquero, en el marco del procedimiento de acreditación de competencias adquiridas por experiencia laboral o formación no formal. Dentro de este programa, conocido como ‘Acredita’, entre enero y mayo de 2024 se lleva a cabo una acción formativa con la participación de 75 profesionales del mar que buscan el reconocimiento oficial de sus competencias y trayectoria profesional.

Las clases combinan contenidos teóricos y prácticos. Foto: Nacho Cubero.
El claustro del CIFP Puerto de Laredo está compuesto por 18 docentes formados en Ingeniería Marítima, Ingeniería Marina e Ingeniería Náutica y de Transporte Marítimo, las tres titulaciones que se imparten en la Escuela Superior de Náutica de Cantabria. De estos, 15 están adscritos al centro, mientras que 3 pertenecen al IES Fuente Fresnedo, aunque dos de ellos desarrollan parte de su jornada en el CIFP y otro en el polideportivo de las instalaciones.
Además, el profesorado cuenta con el apoyo de otros cuatro docentes que imparten formación en los cursos del programa Acredita, cuyo objetivo es titular a marineros experimentados para acreditar su profesionalidad. En este sentido, el centro de Laredo tiene en marcha un curso en esta materia con 70 alumnos, que durará cinco meses.
En cuanto a las instalaciones, el centro dispone de una superficie de más de 2.500 metros cuadrados distribuidos en tres plantas y una cubierta. El edificio incluye aulas, talleres y espacios especializados, destacando especialmente tres simuladores homologados para la enseñanza de maquinaria, comunicaciones y navegación. Este último es uno de los elementos favoritos de los alumnos. Además, para las prácticas, la escuela cuenta con dos embarcaciones y un amarre en el puerto de Laredo, que permite a los estudiantes desarrollar habilidades en un entorno real.
Falta de vocaciones
El sector náutico pesquero enfrenta una creciente preocupación debido a la falta de profesionales que puedan atender las necesidades de la industria. Este problema se debe a una combinación de factores, entre ellos, la falta de incentivos para los jóvenes, la ausencia de programas de formación especializados y la migración de trabajadores hacia otros sectores más amables o con mejores condiciones laborales.
En primer lugar, la escasa atracción de los jóvenes hacia carreras relacionadas con la náutica y la pesca es un desafío significativo que la dirección del centro pretende resolver. Es una de las tareas pendientes para Pilar de la Fuente, directora de la escuela, quien valora muy positivamente el primer curso del centro: “Ha habido muy buena respuesta en la matrícula, dentro de que no es una gran cifra”. Explica que, en este sentido, hay que tener en cuenta que los grupos son pequeños, de un máximo de 20 alumnos, por lo que están a prácticamente el 90% de ocupación.
Más allá de las cifras, y a juicio de la directora del centro, el arranque ha sido bueno, mejor incluso de lo esperado: “Sigue habiendo cosas por finalizar, como espacios que están aún por acondicionar como es el taller de mecanizado, pero se está desarrollando todo muy bien para tener el centro a pleno rendimiento a finales de febrero”, estima.

Pilar de la Fuente, directora del Centro Integrado de Formación Profesional Puerto de Laredo. Foto: Nacho Cubero.
Pilar de la Fuente admite que el sector pesquero está pasando por momentos “muy delicados”, aunque matiza: “No me atrevería a decir que está en declive”. Aun así, considera que esta situación ha llevado a muchos profesionales a buscar formación y obtener titulaciones que les permitan ejercer su labor con mayor respaldo. Subraya, además, la falta de vocaciones: “Tenemos alumnos, pero es cierto que no alcanzamos el cupo completo. Ya hemos hablado con las Cofradías de Pescadores para buscar estrategias que atraigan a los jóvenes a formarse y salir a la mar. Es un problema que debemos abordar”. En España, explica la directora del CIFP Puerto de Laredo, no existe una tradición consolidada de escuelas de formación pesquera y, en general, se percibe la pesca como un trabajo duro. Sin embargo, insiste en que el mar ofrece oportunidades profesionales más atractivas de lo que muchos creen, y esa es la visión que quieren transmitir. En la misma línea, destaca que, además de la pesca, el transporte marítimo es una salida profesional poco conocida pero “muy válida y muy bien remunerada”.
Las titulaciones que se imparten en la escuela no solo ofrecen salidas laborales, sino también la posibilidad de acceder a estudios superiores o a otras formaciones del mismo nivel. El próximo año, los títulos que actualmente solo cuentan con primer curso incorporarán también el segundo, permitiendo así la continuidad de los alumnos. Esto duplicará la oferta formativa y el número de estudiantes, que llegará a unos 150.
Los alumnos
Iván García cursa el segundo año del grado medio de Técnico en Mantenimiento y Control de Maquinaria. Completó el primer curso en la escuela de Peñacastillo. Su caso es peculiar: trabaja en una instalación deportiva municipal y aún no tiene claro si cambiará su actual empleo, que considera “cómodo”, por uno relacionado con sus estudios. Su interés por la formación surgió de su afición a la pesca, y no tanto de un interés real por trabajar en el sector. Sobre el centro de Laredo, destaca que es más moderno que el de Peñacastillo, aunque lamenta que aún quedan espacios por habilitar.
Ana Isabel Peral, alumna de primer curso del mismo grado, es una de las pocas mujeres en la escuela. Consciente de la escasa presencia femenina en el sector, anima a otras mujeres a formarse en este ámbito para fomentar la igualdad. Tras casi dos décadas como administrativa, ha buscado reinventarse y lleva siete años formándose en distintas áreas. Intentó cursar un ciclo de mecanizado, pero se desanimó al no encontrar referentes ni compañeras femeninas. En la escuela de Laredo solo hay tres mujeres, una realidad que espera que cambie en el futuro. A pesar de ello, no estudia sola: su marido y su hijo también han optado por el mismo ciclo formativo, convirtiendo la formación en casi un proyecto familiar. Aunque está satisfecha con el curso, le resulta “demasiado teórico” y le cuesta compaginarlo con su trabajo actual.
Sergio Cascales estudia el grado medio de Técnico en Navegación y Pesca de Litoral. Natural de Santander, su pasión por el mar viene de familia y desde pequeño ha estado ligado a la pesca. Tras finalizar la ESO, decidió matricularse en la nueva escuela de Laredo para encaminar su futuro profesional en este ámbito. Aunque aún no tiene un plan definido, le gustaría crear su propia empresa de turismo de pesca deportiva. Su idea es desarrollarla lejos de Cantabria, más concretamente en Cabo Verde, ya que considera que la pesca en el Cantábrico, debido a sus aguas frías, es más difícil.
Lizar Villegas, de Bilbao, cursa el grado superior de Técnico en Transporte Marítimo y Pesca de Altura. A pesar de que en su ciudad también hay una escuela del sector, optó por trasladarse a Laredo para formarse y, dice, “cambiar de aires”. Sus compañeros provienen de distintos lugares de España, como Madrid, Cataluña o el País Vasco, como él, que cada día viaja en transporte público para asistir a clase. Su objetivo es trabajar como oficial de puente en un atunero en el Océano Índico, de nuevo fuera de Cantabria, y su parte favorita de la escuela es el simulador de navegación, que considera “muy realista”.
Atendiendo a los datos generales de alumnado en Formación Profesional, casi el 30% de las oportunidades profesionales de la próxima década en Cantabria serán para perfiles de este tipo según un estudio desarrollado por el Observatorio de la FP de CaixaBank Dualiza. Así, el informe revela que Cantabria contará la próxima década con unas 160.000 oportunidades de empleo de las que 46.000 serán para perfiles de Formación Profesional, lo que supone un 28,8% del total o casi una de cada tres. El porcentaje de población ocupada con estudios de FP está creciendo mientras que disminuyen los ocupados con títulos de Educación Obligatoria y Bachillerato. Además, los ocupados con estudios de FP superan a los que tienen formación universitaria, con un 33,4% frente al 32,7%. Una tendencia que no es nueva, pues en 2019 ya eran un 30,9%.
La polémica de la ubicación
Aunque está funcionando con normalidad desde septiembre, sobre el CIFP Puerto de Laredo aún sobrevuelan varios contenciosos pendientes. El Ministerio para la Transición Ecológica, el Ayuntamiento de Santoña e incluso los vecinos de la zona del puerto de Laredo han presentado varios recursos para evitar la conclusión del proyecto y, de hecho, pese a que el centro es hoy una realidad, los contenciosos con diferentes administraciones no se han resuelto y podrían llevar incluso al derribo del edificio. El problema reside en el uso y ubicación de las instalaciones. La Demarcación de Costas ha desautorizado la construcción de la escuela en el puerto pejino por su naturaleza educativa, ya que entiende que esta actividad puede llevarse a cabo en otro lugar y, según la ley, «únicamente se podrá permitir la ocupación del dominio público marítimo terrestre para aquellas actividades o instalaciones que no puedan tener otra ubicación».
La directora de la escuela, Pilar de la Fuente, asegura que ellos trabajan ajenos a los contenciosos, “centrados en educar al alumnado del sector marítimo pesquero”.