El discreto encanto de la logística
Aporta el 7,8% del PIB y tiene un potencial de crecimiento que hace de esta actividad una de las principales fuentes de empleo para el futuro más inmediato, pero la formación de profesionales dedicados a todo lo que rodea la gestión de envíos de mercancías continúa siendo una asignatura pendiente. El problema se hace más evidente cuando se habla de los transitarios, uno de los agentes más desconocidos entre los que intervienen en el transporte internacional. Aula Dédalo y Alfinter, el único transitario cántabro, han dado los primeros pasos para ponerle remedio.
Por Jose Ramón Esquiaga @josesquiaga
Hay ideas que son difíciles de cambiar, por más que la realidad se empeñe en desmentirlas. Después de repasar con datos la aportación económica y el enorme potencial de crecimiento de la logística, José Luis Carles Fernández, consultor experto en investigación y empleo, terminó con un lamento: “Sigue existiendo esa imagen del sector como generador de trabajo poco cualificado y antiguo”. Fernández fue uno de los expertos que intervino el pasado 27 de septiembre en el foro organizado en Madrid por IMF Business School, en el que esta escuela internacional de negocios concluyó que era imprescindible mejorar la visibilidad y atractivo de una actividad que genera el 7,8% del PIB español y cuenta hoy con 800.000 trabajadores de los perfiles profesionales más variados.
Esa falta de visibilidad, y las dificultades para encontrar trabajadores con las competencias necesarias para desenvolverse en una actividad altamente especializada, son dos circunstancias con las que conviven de forma particularmente acusada los transitarios, y de forma todavía más notable Alfinter, la única empresa cántabra que opera en esta actividad, fundamental cada vez que se exporta una mercancía e interviene el transporte marítimo. Desde que hace dos años decidió apostar decididamente por crecer en Cantabria, Alfinter ha contratado a profesionales con currículos diversos, a los que ha tenido que formar con sus propios recursos, en un proceso en buena medida inevitable, pero que consume tiempo y recursos en una medida que los responsables del transitario cántabro creen que puede minimizarse en el futuro. Metida de lleno en una segunda fase dentro de ese proceso de expansión, Alfinter ha incorporado a dos nuevos trabajadores desde el pasado mes de agosto, y también a una becaria procedente de Aula Dédalo, en lo que ha sido el primer fruto de un acuerdo entre la empresa logística y el centro de formación que ambas esperan que tenga un largo recorrido en el futuro más inmediato.
“En la Universidad de Cantabria se imparten dos másteres relacionados con la logística y el transporte, y también existe un módulo de grado superior de formación profesional sobre esta materia, que se da en el instituto de Las Llamas, pero todos son programas demasiado genéricos, que no se adaptan del todo a lo que necesita un transitario”, explica Christoph Hahnkamm, director de Alfinter, que ve ahí una primera diferencia con lo que sucede en los países del norte de Europa: “En Alemania, por ejemplo, hay una formación profesional centrada en los transitarios, y los estudios incluyen siempre un periodo de estancia en una empresa. De alguna manera eso es lo que estamos haciendo ahora nosotros con Dédalo”.
Los transitarios ofrecen a sus clientes –y potencialmente puede serlo toda empresa que necesite hacer un envío de mercancías a cualquier lugar del globo– toda la gestión de las tareas logísticas necesarias para llevar un producto de un punto a otro, asumiendo el trato con transportistas, almacenistas, navieras, aduanas y cualquier otro gremio implicado en esta tarea. En la práctica, eso supone poner a disposición de las pymes la opción de contar con un departamento de logística internacional sin necesidad de inmovilizar recursos económicos y humanos en esa labor, y consiguiendo mejores precios: “Si exceptuamos las empresas muy grandes que sí tienen capacidad para tratar directamente con una naviera, y estamos hablando de un Repsol, o un Inditex, lo habitual es que cualquier envío internacional de mercancías que implique el uso de transporte marítimo se haga a través de un transitario”, explica el gerente de Alfinter.
Esa vinculación con el comercio internacional, claramente al alza desde que la economía comenzó a recuperarse, y la capacidad para poner cualquier envío al alcance de la pyme más pequeña explican las expectativas de crecimiento que manejan los responsables del transitario cántabro, que en nuestra región tiene como única competencia a empresas del País Vasco: “Por volumen, y por proximidad, para un transitario del País Vasco las empresas cántabras siempre van a ser clientes residuales, no digamos ya las más pequeñas. Ese no es nuestro caso, que queremos crecer con nuestros clientes y que podemos acompañarles desde el primer envío. Y vamos a necesitar personal para hacerlo, estamos convencidos”.
Ingeniero de caminos por formación, Yves Díaz de Villegas ya conocía bien el sector de la logística antes de fundar Aula Dédalo, por haber desarrollado en él parte de su carrera profesional. Eso explica en buena parte que, a la hora de establecer la programación de su centro formativo, diseñara tres cursos específicos centrados en esta actividad, y también el que Alfinter fuera una de las empresas con las que contactó a la hora de buscar centros de trabajo para que sus alumnos realizaran las prácticas. “La logística cubre un amplísimo campo de trabajos, desde la gestión de pedidos en China, por ejemplo, a los seguros necesarios para cubrir riesgos en cada uno de los eslabones de la cadena, pasando por todos los pasos de esta: los sistemas de contratación y pagos, el transporte en camión, en barco, las aduanas… Nuestro objetivo es que los alumnos que formamos, que son siempre trabajadores desempleados, tengan capacidad para colocarse en empresas de transporte, en almacenes o también, por supuesto, en transitarios”, explica el gerente de Dédalo, que apunta al periodo de prácticas como el paso más importante para que cada estudiante dirija su formación hacia el campo que más le interese, siempre con el asesoramiento de los profesores: “No hay, en efecto, una carrera universitaria centrada en la logística, y aquí tenemos perfiles muy variados. Para los ingenieros, por ejemplo, la logística y el transporte ofrece una salida profesional alternativa a la construcción, pero no son los únicos profesionales que pueden encontrar un futuro laboral en este sector”.
Alba Rodríguez es maquinista naval, completó su formación teórica en Dédalo y trabaja en Alfinter como becaria desde el pasado mes de agosto. Antes de pasar por la academia dirigida por Díaz de Villegas había completado el máster en Negocio Marítimo y Logística Asociada que se imparte en la Universidad de Cantabria, muy centrado en el área que le da título y en el que los transitarios son solo una parte del programa: “En Dédalo hemos dado logística en general, incluyendo carretera por ejemplo, y eso abre mucho el espectro. A partir de ahí, Yves contacta con las empresas, envía currículos y busca un lugar donde encajemos”, explica Alba, que ya tenía un conocimiento inicial de la labor de un transitario y que ahora tiene la oportunidad de medir la distancia entre teoría y práctica: “Todo te suena, pero lógicamente a la hora de tramitar una operación te tienen que explicar cómo funciona todo el proceso. ¿Que si me veo trabajando en esto? Ojalá, me gusta el mundo del transitario, nada es igual, cada cliente es una historia nueva y cada expediente tiene siempre algo distinto”.