El habitual tira y afloja autónomo

Mientras se espera una ley que debería recoger alguna de las reivindicaciones históricas del los trabajadores por cuenta propia, el aumento del 8% en las cuotas que abonan los autónomos societarios vuelve a arrojar un jarro de agua fría sobre el colectivo. Pese a ello, y a la incertidumbre económica y legal, el último barómetro realizado por ATA refleja que los autónomos cántabros afrontan 2017 con buenas perspectivas.

El tránsito entre el viejo y el nuevo año ha estado cargado de incertidumbres para los autónomos, y todo parece indicar que buena parte de ellas tendrán que esperar todavía algunos meses para despejarse. No es una situación inusual para quienes trabajan por cuenta propia, como tampoco lo es que, en lo tocante al colectivo, las dudas acaben resolviéndose con una dosis de cal, y otra de arena. Al buen entendimiento que se reflejó en el primer encuentro mantenido por Mariano Rajoy y Lorenzo Amor, presidente nacional de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), le siguió la confusión generada por el anuncio del final de los aplazamientos en el pago de las obligaciones tributarias, matizado posteriormente pero que impactó notablemente en el ánimo del colectivo. Algo parecido ha sucedido en enero, con el aumento del 8% en la cuota mínima que abonan los autónomos societarios –aquellos que son titulares de una participación en una sociedad mercantil– una medida desalentadora que llega en un momento en el que se esperaban iniciativas en sentido contrario.

El proceso de redacción de la nueva ley del autónomo ha puesto sobre la mesa una catarata de medidas que inciden sobre alguna de las reivindicaciones históricas del colectivo. Lo cierto es que, pese a lo que ha podido trasladarse en algún momento, ninguna de ellas es hoy por hoy una realidad, por más que se dé por hecho que aparecerán en la redacción final de la norma. Ni la extensión de la tarifa plana a doce meses, ni la modificación del régimen de altas y bajas, la posibilidad de cambiar la base de cotización o la adecuación de la cuota de la Seguridad Social a los ingresos son una realidad. Tampoco la cotización como autónomo a tiempo parcial, una posibilidad que sigue pendiente de la elaboración del correspondiente reglamento.

Incertidumbres

Ana Cabrero, presidenta de ATA Cantabria.

Todas estas incertidumbres legales configuran un escenario que no es el mejor para que quien esté pensando en darse de alta como trabajador por cuenta ajena –muchas veces para regularizar una situación de hecho– se anime a dar el paso. Si lo hace hoy, por ejemplo, solo tendrá garantizada la tarifa plana durante seis meses; si espera a que entre en vigor la reforma del empleo autónomo es casi seguro que podrá beneficiarse de esa cotización mínima durante los primeros doce meses de actividad. A 31 de diciembre de 2016 había en Cantabria 41.961 trabajadores autónomos, 125 menos que los registrados doce meses antes. “Es un dato sobre el que puede tener efecto las dudas sobre la norma, porque es lógico que haya quien prefiera esperar. De hecho las cifras no han sido malas a lo largo del año, pero se han frenado en los últimos meses”, señala Ana Cabrero, presidenta de ATA Cantabria, que en todo caso se muestra optimista sobre la posibilidad de que las medidas anunciadas salgan adelante, y sobre el impacto positivo que estas tendrán sobre el colectivo y sobre las cifras de afiliación al régimen especial de trabajadores autónomos.

Optimismo

El optimismo es también la nota predominante en las respuestas recogidas por ATA en la encuesta que periódicamente realiza entre sus asociados, un barómetro que recoge que tres de cada cuatro encuestados confía en que la economía española continuará mejorando durante el año que acaba de comenzar. El porcentaje de respuestas positivas no es tan alto cuando se les interroga sobre las previsiones para su propio negocio, pero casi la mitad –el 45,5%– cree que mejorará, el porcentaje más alto de los estudios realizados hasta la fecha.

Desde ATA se considera que estamos en un marco especialmente adecuado para avanzar en la equiparación de autónomos y trabajadores por cuenta ajena en materias como la formación y el diálogo social. También para afrontar una reforma en el sistema de cotización, permitiendo una cuota reducida para quien no alcance unos ingresos mínimos y estableciendo algún tipo de mecanismo para que quien solo trabaja unas horas como autónomo pueda cotizar a la Seguridad Social solo por ellas. “Todas ellas son medidas que permitirían regularizar a trabajadores que hoy realizan algún tipo de actividad remunerada, pero que no pueden afrontar los 267 euros al mes de la cuota a la Seguridad Social. Que esos trabajadores afloren sería bueno para el sistema y para su sostenibilidad”, concluye la presidenta de ATA Cantabria.