El potencial de una marca
Tras su exitosa ronda de ‘equity crowdfunding’, Cervezas Dougall´’s despierta el interés de inversores profesionales, que ven a esta empresa cántabra capaz de competir a medio plazo con las grandes cerveceras españolas.
Manuel Casino | @mcasino8 | Julio 2019
La compañía Cervezas Artesanas de Cantabria, más conocida como Cervezas Dougall’s, acaparó hace unas semanas la atención de la mayoría de los medios económicos nacionales tras cerrar en poco más de seis horas la mayor ronda de ‘equity crowdfunding’ de España. Apegados a su eslogan ‘Piensa en global, bebe local’, esta cervecera fundada en 2006 por el londinense Andrew Thomas Dougall nunca imaginó que su apuesta por la financiación participativa para ampliar su factoría de Liérganes fuera a tener tal éxito. Pero lo tuvo. A través de la plataforma española Fellow Funders, la empresa cántabra alcanzó en menos de doscientos minutos el 125% de financiación, el máximo permitido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, de 415 inversores.
“En diez ya habíamos reunido 420.000 euros”, explica Dougall con su habitual simpatía y peculiar acento británico. “Fue un día muy emocionante y muy raro”, rememora aún con cara de cierta sorpresa. “Sabíamos, porque lo habíamos testado entre nuestro habituales clientes y distribuidores, que la iniciativa podía funcionar. De hecho, pensábamos que la ronda la podríamos cubrir en dos semanas, pero nunca en seis horas y cuarto”, precisa profundamente satisfecho.

Dougall´s fabrica una amplísima gama de cervezas, en ocasiones en series muy pequeñas, y siempre bajo una misma premisa : ofrecer cervezas de baja graduación alcohólica con mucho sabor y equilibrio.
El cántabro Enrique Cacicedo, cofundador de esta empresa que da empleo a once personas, aporta más detalles. “En total recaudamos 1.218.000 euros, lo que arroja un ticket medio de cerca de 3.000 euros. El que menos aportó fueron 1.000 euros y el que más 15.000. En su mayoría se trata de personas físicas de nuestro eje de influencia que nunca habían invertido en nada: visitantes de la fábrica, clientes habituales, hosteleros y distribuidores. Todo fue tan rápido que 193 personas se quedaron sin poder invertir”, aclara.
Según especifica, el mayor número de estos cuatro centenares largos de inversores, todos ellos nacionales, proceden a partes iguales de Cantabria y de Madrid, sus principales mercados junto con Barcelona; seguidos del País Vasco y de Valladolid. Con esta operación, Cacicedo asegura que los nuevos inversores se beneficiarán de un descuento en sus compras de cerveza de entre el 10 y el 20%, en función de la inversión realizada, y tendrán derecho a recibir un dividendo mínimo preferente del 4% anual, siempre que haya beneficios, algo que ha ocurrido en los últimos tres ejercicios (el pasado año la compañía declaró un saldo positivo antes de impuestos de 190.000 euros).
“La idea de recurrir a este método alternativo a la financiación tradicional fue de Andrew”, anuncia Cacicedo mientras saborea una cerveza. Y añade: “Creemos que es una buena estrategia para fidelizar a los clientes y un modo ético de financiarse que encaja perfectamente con nuestra filosofía de empresa”.
Nuevo horizonte
El éxito de la operación, que ha convertido a esta pequeña cervecera en una gran familia, obligándole a modificar los estatutos para dar cabida a los nuevos socios –tienen participación pero sin voto–, no ha pasado desapercibida para algunos inversores profesionales que, cargados de millones de euros, han expresado su confianza en el potencial de la marca y su disposición a invertir en la empresa. “Mientras que para nosotros esta iniciativa ha supuesto un gran paso en nuestra estrategia empresarial, para estos inversores solo se trata del comienzo. Creen en nosotros y nos dicen que ahora es el momento, que hemos creado una ola que tenemos que saber aprovechar. Nos animan a competir ya con las principales cerveceras de España y nos aseguran que podemos ser más grandes incluso que Mahou”, explica Cacicedo un tanto sobrepasado por las cifras y proyectos que les plantean.
“Su objetivo –cuenta este cántabro de Solares– es que entremos en Euronext, el primer mercado integrado europeo de negociación de acciones, bonos y derivados, lo que nos convertiría en la primera cervecera española en cotizar en este índice y nos abriría definitivamente las puertas de Europa. Nos han auditado y aseguran que cumplimos los requisitos para hacerlo”, señala.
“Nos meten prisa y nos aseguran que en una década podemos estar compitiendo con Estrella Galicia”, continúa alucinado por la dimensión de las propuestas que les lanzan estos inversores de los que no da más detalle. “Nuestro plan financiero es doblar la producción, que actualmente es de unos 350.000 litros anuales, en cinco años. Ellos, sin embargo, calculan que lo podemos hacer en un año”, admite sorprendido sin saber qué decir. “La verdad es que nosotros somos más conservadores, más de pueblo como yo les digo en ocasiones, que nos gusta ir más despacio y mantener los pies en el suelo. Pero nos están poniendo la cabeza como un bombo”, zanja.
“Cerveturismo”
De momento, lo que sí tienen claro es que con el dinero conseguido van a reproducir el volumen de la planta que ya tienen, de unos 300 metros cuadrados, en otra nave contigua que les permita incrementar la producción e incorporar un servicio de restauración de forma estable. Cacicedo confía en que este proyecto, que solo está a expensas de los oportunos permisos de Medio Ambiente, eche a andar lo antes posible para que pueda estar en funcionamiento el próximo verano. “El ‘cerveturismo’ está empezando y queremos estar ahí”, tercia Dougall convencido del creciente atractivo turístico que despiertan las plantas cerveceras. “Al igual que hacen las bodegas de vino, nosotros queremos ofrecer al visitante no solo la oportunidad de probar las cervezas y conocer su proceso de elaboración, sino también que puedan comer”, explica sobre este servicio que ya ofrecen con cita previa los fines de semana hasta finales de septiembre y que quieren extender al resto de días.
“Nuestra idea –continúa Cacicedo– es ofrecer llama y fuego a baja temperatura de forma sostenible y sin un solo enchufe. Apostamos por ofrecer carne asada en un horno calentado con los restos de la elaboración de la cerveza. Piezas y cortes de animales –vaca y cerdo– de ganaderos locales, como el pan o el queso, que también son de productores del pueblo, o las verduras procedentes de huertas cercanas”.
“Muy cerveceros”
Pero lo que realmente mueve a estos emprendedores es la cerveza. “Nosotros no somos maestros cerveceros; somos muy cerveceros”, aclara Andrew con una sonrisa antes de precisar que ellos van un poco contracorriente a las tendencias que dicta el mercado. Y lo explica: “Las fábricas de cerveza artesana suelen destinar un alto porcentaje de su producción, que puede oscilar entre el 40 y 60%, a la exportación. Nosotros apenas destinamos un 3% al exterior. Preferimos trabajar en el mercado local y nacional para tratar de fidelizar más al cliente”. De hecho, esta empresa pionera en le sector –fue el segundo o tercer registro de cerveza artesanal en España– vende el 30% de su producción en Cantabria. Y creciendo. Según detalla Israel Corrales, biotecnólogo cacereño que junto a la microbióloga Carmen Escobar llevan el peso de la fábrica, la producción, que empezó concentrándose en Madrid y Barcelona, ha ido poco a poco escorándose hacia Cantabria hasta convertirse en el principal cliente. “Las ventas en verano suben en Cantabria y bajan algo en las dos grandes capitales españolas seguramente por efecto de las vacaciones”, aclara Corrales antes de precisar que estos tres puntos reúnen aproximadamente el 80% de la ventas.
Aunque Dougall´s está ya presente en casi todas las comunidades autónomas, Corrales achaca este creciente peso del mercado regional al hecho de que la cerveza cuesta menos en Cantabria que en otros territorios. “Aquí somos nosotros quienes nos encargamos de abastecer a nuestros clientes, fundamentalmente bares y supermercados de las cadenas Lupa y BM, con lo que conseguimos abaratar los costes de distribución”. Además, en el caso de la cerveza en envases metálicos –para grifos–, el continente supone una parte importante del precio final. “Un envase metálico viene a costar unos 60 euros. En la región el envase se recupera, pero en otros mercados no; por eso en esos casos utilizamos envases de plástico más baratos (unos 15 euros), que reducen pero no eliminan el impacto en el precio final del producto”, matiza.
Mientras muestra las diferentes salas de la factoría, este joven biotecnólogo va aclarando el proceso de fabricación y estocaje. “Para elaborar la cerveza, que tarda en hacerse una media de 21 días, trabajamos con doce tipos de lúpulos diferentes que en algunos momentos pueden llegar a ser veinte (en el mercado existen al menos 200 variedades). Tenemos en constante producción seis referencias fijas de cervezas a las que esporádicamente vamos añadiendo otras de nuestro catálogo. En total, elaboramos alrededor de 28.000 litros mensuales que hay que tratar como si fuera un producto fresco porque la cerveza artesanal envejece mal; de ahí que tratemos de evitar su almacenaje si no es condiciones óptimas de conservación”.

Área de producción y en primer plano, la 942, con mucho la cerveza mas vendida dentro de la gama de Dougalls.
Muchas de las cervezas Dougall’s tienen, además, nombres asociados a Cantabria. 942, de largo la más vendida; Raquera, Leyenda –en homenaje a la leyenda del hombre pez de Liérganes– y Tres Mares, a las que suman otras como la Ipa 4 (una serie que va de la 1 a la 9), Organic Ipa o Happy Otter, una cerveza en recuerdo al 50 aniversario de la primera cosecha de Maris Otter, la malta de cebada más popular del mundo, y a la que Corrales señala “con casi toda seguridad” como la próxima fija. “Nuestra apuesta es ofrecer cerveza de baja graduación alcohólica y con mucho sabor y equilibrio”, aclara Enrique Cacicedo.
En este punto, se suma a la conversación Andrew, que tercia para afirmar que el mercado de la cerveza es “muy friki” al tiempo que señala a la parte superior de la nave donde tienen un ‘taproom’, una especie de sala de catas y punto de venta directo a clientes. “El sector ha reconocido a nuestro espacio como el mejor taproom de España en los últimos tres años. Y eso que no tenemos grifo”, añade divertido. En el exterior, y con una cerveza en la mano, Cacicedo hace de portavoz en la despedida no sin antes agradecer la labor que realizan Corrales y Escobar. “Gracias a ellos dos hemos podido hacer lo que estamos haciendo. La fábrica la llevan ellos. Gente muy joven y muy profesional”, concluye orgulloso.