“El sector de la consultoría medioambiental podría acabar desapareciendo en Cantabria”

El outsourcing es una de las pocas notas positivas que ofrece el mercado de la consultoría en la región, el cual, según David González, presidente de la Asociación de Empresas Consultoras de Cantabria (AECC), se encuentra paralizado ante la ausencia ayudas relacionadas con la internacionalización y el medio ambiente.

Texto de Jesús García-Bermejo Hidalgo @chusgbh. Fotos de Nacho Cubero.
Publicado en mayo de 2012.

Pregunta.- ¿Cómo ha ido el 2011 para las consultoras cántabras?
Respuesta.- Lo cierto es que ha sido un año de contrastes. Durante el primer semestre daba la impresión de que había cierta dinámica de recuperación, tanto a nivel de la Administración, que es un contratante importante para no-sotros, como en el sector empresarial. Sin embargo, desde la segunda mitad del año se ha venido dando una paralización total, especialmente a partir de otoño, tendencia que ha sido similar en todo el país, lo que ha dado al traste con varios proyectos que estaban cerca de cerrarse y que ofrecían buenas perspectivas para las firmas de la región. Se podría decir que en solo un año el panorama ha cambiado totalmente, y el comienzo de 2012 no invita precisamente al optimismo. Hay que tener en cuenta que este sector en Cantabria esta formado por empresas de pequeñas dimensiones y, si se caen los proyectos del ámbito privado y se paralizan los procedentes del sector público, las cajas se vacían, lo que provoca cierta angustia entre las consultoras de la comunidad autónoma.

P.- ¿Y cómo se afronta este momento de crisis desde la Asociación de Empresas Consultoras de Cantabria?
R.- A pesar de haber nacido en 1998, la asociación ya cuenta con 30 miembros, y nuestra aspiración es ir creciendo poco a poco para, si es posible, llegar agrupar a la totalidad de compañías pertenecientes a este sector en Cantabria. A partir de ahí, la idea es intentar progresar de forma conjunta y poder colaborar en distintas actividades. De hecho, ya hemos iniciado dos líneas de trabajo para, por un lado, participar en determinados proyectos de carácter europeo, y, por otro, dentro de esa estrategia que ha planteado el Gobierno regional para unificar las iniciativas relacionadas con el emprendimiento, poder aportar nuestro conocimiento en lo que nosotros denominamos intraemprendimiento, es decir, la iniciación de nuevas líneas de negocio o de otras firmas a partir de empresas que ya estén asentadas en el mercado. Y lo cierto es que ya hemos mantenido alguna conversación con la Consejería de Innovación, Industria, Turismo y Comercio en este sentido, porque consideramos que cuando se habla de este fenómeno siempre se piensa en la creación de nuevos negocios, pero también se puede emprender desde dentro de una compañía, algo que muchas veces parece olvidarse. Más allá de esto, como es lógico, pretendemos aprovechar las sinergias que puedan existir entre los distintos asociados para poder ofrecer servicios lo más completos posible y presentar propuestas conjuntas al cliente.

P.- De cualquier modo, el mundo de la consultoría abarca campos muy distintos. ¿Se han registrado caídas en todos ellos?
R.- No, en todos no. En la consultoría de outsourcing de procesos la tendencia en 2011 ha sido de mantenimiento con respecto a 2010, incluso podríamos hablar de una leve mejoría en las cifras. Las empresas, en esa filosofía de reducir sus costes estructurales, están buscando la externalización de muchas áreas, tanto en  administración y gestión, como en recursos humanos o marketing. A pesar de todo, este incremento ha sido menor del esperado, aunque podemos estar contentos porque, al menos, las cifras no son catastróficas. En el polo opuesto está la consultoría medioambiental, un mercado que se encuentra completamente bloqueado. La paralización en la que, hasta hace bien poco, se encontraba el desarrollo eólico ha provocado que las previsiones de contratación para este año hayan quedado muy lejos de cumplirse. Y a esto hay que unir que desde la Administración no se ponen en marcha planes de actuación relacionados con el medio ambiente. De hecho, no es descartable que las empresas dedicadas exclusivamente a este campo en Cantabria acaben por diluirse y este incipiente sector de consultoría medioambiental termine por desaparecer en la región.

P.- Pero daba la impresión de que existía un importante nicho en el campo de la eficiencia energética…
R.- Y así era. Sin embargo, este tipo de proyectos están muy vinculados a los incentivos que desde la Administración se le daban a las empresas por mejorar su eficiencia energética y orientar sus balanzas de consumo hacia fuentes sostenibles y eficientes medioambientalmente, algo que ahora carece de estímulo alguno, entendiendo por estímulo, tanto las ayudas, como la aplicación de sanciones a aquellos que no cumplan con la normativa. Partiendo de esta base, que una firma contrate ahora mismo a una consultoría para que le haga un estudio de eficiencia energética parece algo impensable. Y esta paralización va a dificultar que España pueda cumplir con las exigencias que se le imponen desde Europa en materia medioambiental, aunque ahora mismo no parece que este sea un tema prioritario.

P.- ¿Y qué me puede decir de la consultoría de recursos humanos o la formación?

R.- En recursos humanos si que hay cierta demanda, y es cierto que en este mercado se ha registrado un tímido repunte, aunque siempre ligado a la reestructuración de plantillas. En cuanto a la formación, volvemos a lo de antes. Ahora mismo hay un cambio de modelo a nivel estatal con respecto a cómo se gestionaban todas las iniciativas. Según se ha dicho, el esquema que se basaba en los agentes sociales como grandes intermediadores ha tocado a su fin, pero aún no se sabe cómo se va a concretar el nuevo sistema. Por ahora, las firmas que hacen formación están a la expectativa, pero, de momento, nadie está abordando grandes proyectos más allá de la parte tradicional de impartir cursos a través de la Fundación Tripartita. Habrá que estar atentos, porque la sensación que tenemos es que se va a producir una gran liberalización en todo lo relacionado con la formación para trabajadores activos y desempleados, y las consultoras que ofertaban servicios en este campo pueden ser las grandes beneficiadas de estos cambios.

P.- Parece que todo son incógnitas…
R.- En este momento sí. Nos pasa parecido en el campo de la consultoría en internacionalización, uno de los que, en nuestra opinión, más se deben potenciar, especialmente por la paralización en la que se encuentra el mercado nacional. Y los mensajes de la Administración también van en esa dirección, aunque de momento no se han traducido en líneas concretas de ayudas. Nosotros estamos a la espera de que salgan, porque será entonces cuando  las empresas apuesten por ello. Ahora mismo, pensar en que las compañías vayan a asumir este tipo de  inversiones sin un estímulo externo es impensable.

P.- De nuevo hace referencia a los estímulos externos. ¿Acaso no es rentable para una empresa acudir a una consultoría por el mero hecho de aumentar la eficiencia y reducir los costes?
R.- Por supuesto que es rentable, lo que ocurre es que en estos momentos no se considera prioritario, algo que, en mi opinión, es un grave error. Sin ir más lejos, existe un enorme margen de crecimiento en todo lo que tiene que ver con el marketing 2.0: posicionamiento de páginas webs, estrategia comercial en las redes sociales… Se trata de un campo que puede ofrecer unos resultados excelentes a las empresas, y muchas firmas, a pesar de la que está cayendo, ya están acudiendo a consultoras especializadas en este mercado. Sin embargo, la gran mayoría se encuentran tan asfixiadas por la coyuntura actual que les resulta impensable asumir nuevas inversiones, por mucho que estas se vayan a acabar traduciendo en ingresos superiores al desembolso realizado. Ahora mismo, el reto para cualquier compañía es abrir cada día, que no es poco.