Eneko Valle, presidente de la Asociación de Empresarios de Camping de Cantabria: «Los camping ya no son solo espacios para ir en tiendas de campaña»

Eneko Valle pasó de cliente a propietario hace cerca de tres décadas y hace unas semanas fue reelegido para dirigir otros cuatro años los destinos de los negocios de camping de Cantabria, una modalidad turística por la que, sostiene, cada vez apuestan más perfiles de clientes, un 30% de ellos extranjeros. Preocupado por el autocaravanismo sin control, que se ha propuesto atajar tras más de veinte años de intentos fallidos, y por la falta de personal, un problema que, reconoce, se va a ver agudizado de cara a esta temporada estival, asegura que el sector ha dado un salto para ofrecer mayor calidad y mejores servicios.

Manuel Casino |  @mcasino8 | Julio 2024

Pregunta.– Asegura que su sector es un actor clave para el turismo de Cantabria. ¿El turismo de acampada está de moda?

Respuesta.–  El turismo de camping cada vez está más de moda. A raíz de la pandemia, muchas personas que buscan turismo al aire libre, de naturaleza y en espacios abiertos nos han empezado a conocer. Y los campings, teniendo en cuenta los entornos en los que se ubican, que en un 99% de los casos se localizan alejados de los centros urbanos, dan pie a ello.

P.– El sector del camping en España rozó los 10 millones de viajeros en 2023, casi un 20% más que antes de la pandemia y más de un 57% que hace una década. Cantabria, según sus propios datos, recibió el pasado año 400.000 viajeros y 1.700.000 pernoctaciones, lo que supone una estabilización del número de viajeros y un repunte del 17% de las pernoctaciones con relación a 2022. ¿Son las cifras que esperaba?

R.– Sí, porque ya llevamos unos cuantos años de aumento tanto en el número de viajeros como de pernoctaciones. Al final, las plazas disponibles son las que son y crecer en viajeros depende más de la rotación. Afortunadamente, la climatología cada vez nos acompaña más y las temporadas poco a poco se están alargando.

P.– Las cifras nacionales también apuntan a que el pasado año se registró un importante descenso del gasto interno de los clientes y, por el contrario, un leve aumento del gasto en los supermercados de los campings, lo que da a entender que los clientes prefieren consumir en sus bungalows y parcelas antes que en los restaurantes y chiringuitos del establecimiento. ¿Una cosa es la ocupación y otra muy distinta el beneficio?

R.– Efectivamente. No tiene nada que ver la ocupación con la rentabilidad de los camping. ¿Por qué? Porque los costes de aprovisionamiento de materias primas, de suministros y laborales se han incrementado bastante más que los precios que nosotros podemos repercutir finalmente a los clientes.

P.– Dicen que el camping es una opción turística buena, bonita y barata en contacto con la naturaleza. ¿Es la mejor definición o prefiere otra?

R.– Bueno, bonito y barato puede dar a entender que estás regalando las cosas. ¿Diría que bueno? Sí, porque es cierto que los campings cada vez invierten más en mejorar sus instalaciones para ofrecer mayor calidad y mejores servicios. ¿Bonito? También, porque estamos en entornos naturales en muchos casos privilegiados. ¿Y barato? Sí, si tenemos en cuenta lo que ofrecemos. No se trata de si es bueno, bonito y barato pero, al final, sí lo somos.

P.– Tradicionalmente, el turismo de camping ha estado asociado a jóvenes, jubilados y familias numerosas. ¿Se mantiene este perfil de cliente?

R.– El perfil del campista ha cambiado con la sociedad. No es solo un turismo de personas que están de paso o de tránsito a otros lugares. Varía mucho en función de la tipología del camping. Los hay que son más familiares y otros que trabajan más la oferta cultural pero, en general, los camping ya no son solo espacios para ir en tiendas de campaña. Ofrecen bungalows, ‘mobilhomes’ o ‘glampings’ –contracción de los términos ‘glamorous camping’ que define un tipo de instalaciones con todas las comodidades–, lo que hace que haya multitud de perfiles, al igual que en cualquier otro sector de alojamiento turístico.

 

Eneko Valle, presidente de la Asociación de Empresarios de Camping de Cantabria. Foto: Nacho Cubero.

P.– Tras ser reelegido recientemente en su cargo, anunció que su objetivo para este nuevo mandato es fortalecer la competitividad del sector, promover la sostenibilidad y mejorar la experiencia del turista en los campings de Cantabria. ¿Cómo piensa conseguirlo?

R.– Lo comentaba antes. Llevamos ya muchos años adaptando nuestras instalaciones a las nuevas necesidades y demandas de nuestros clientes y de la sociedad en su conjunto.  Estamos invirtiendo en energía renovables y sistemas sostenibles para adecuarnos a las actuales exigencias medioambientales. Si conseguimos mejorar nuestras instalaciones, la sensación que se lleva el cliente no es solo la de dormir. Hay servicios de ludoteca, pistas polideportivas, piscina, animación… Al final, ofrecemos una experiencia dentro del camping. Y a este concepto tienden cada vez más los camping.

P.– También se ha propuesto acabar con el autocaravanismo sin control, un propósito que también persiguieron sus antecesores sin conseguirlo. ¿Lo ve posible?

R.– ¿Si lo veo posible? Llevamos más de veinte años intentando no solo acabar con el autocaravanismo sin control, sino regularizarlo. El turismo de autocaravanas ha crecido de forma exponencial en los últimos cinco o seis años, lo que hace necesario un control de viajeros, de medidas higiénico sanitarias y de seguridad. Cuando pernoctan en espacios no reglados representan una competencia desleal para el camping y cualquier otro servicio de hostelería que esté en las inmediaciones. Cada vez hay más. Al final es un problema que estamos abordando con el Gobierno de Cantabria para tratar de solucionarlo. Me gustaría poder resolverlo antes de que termine mi mandato, sobre todo por todas las personas que antes que yo han luchado por esta regulación.

P.– ¿El auge de los pisos turísticos representa una nueva amenaza para los campings?

R.– Las viviendas de uso turístico ilegales representan una amenaza para todo el sector de hostelería. Tienen que estar regulados y controlados.

P.– Los diferentes actores del sector turístico en Cantabria abogan desde hace años por desestacionalizar el turismo. En el caso de los campings, ¿es aún más necesario?

R.– Sí, es necesario, aunque las temporadas turísticas cada vez se están alargando más. Principalmente porque cada vez hace mejor tiempo. Antes la temporada era desde mediados de julio a finales de agosto, y ahora estamos consiguiendo extenderla desde mayo hasta finales de septiembre. Pero no solo es el clima. También gracias a los nuevos y mejores servicios que ofertamos en los camping. No es lo mismo venir en tienda de campaña que quedarte en un bungalow, que al final, si hace más tiempo, estás como un tu casa. Con todo, hay que tener en cuenta que la normativa establece que los camping deben tener al menos un 50% de parcelas libres para que los clientes puedan venir con cualquier elemento de acampada. La otra mitad, cada empresario la destina para lo que quiera: bungalows, mobilhomes, glampings…

P.– Su sector depende más que ningún otro de la climatología. ¿Verdad o mentira?

R.– No sé si dependemos más que ningún otro, pero es evidente que nosotros dependemos de la climatología. A mejor tiempo, mejores cifras.

P.– La asociación que preside reúne a 36 de los 46 campings que existen la región. ¿Hay espacio para más?

R.– Si el uso del suelo y las licencias municipales permiten hacerlo, ¿por qué no? Ocurre lo mismo que con los hoteles. ¿Se pueden abrir más? Sí. Si un empresario tiene un proyecto y es viable, perfecto. Además, esta posibilidad nos obliga a los que ya estamos abiertos a estar atentos y a seguir evolucionando.

Un momento de la entrevista con el presidente de la Asociación de Empresarios de Campings de Cantabria. Foto: Nacho Cubero.

Un momento de la entrevista con el presidente de la Asociación de Empresarios de Camping de Cantabria. Foto: Nacho Cubero.

P.– ¿Existen ‘piratas’ en el sector?

R.– Campings ilegales, como tal, no existen. Somos establecimientos turísticos reglados. Pero si llamamos camping a un espacio con licencia de aparcamiento en el que se asientan autocaravanas, entonces sí, porque lo que están haciendo es un campamento ilegal. Lo vemos en verano en algunos prados. Es la problemática que existe para el control de las autocaravanas y la acampada ilegal.

P.– El sector hostelero lamenta la falta de personal en Cantabria. ¿También lo sufren los campings?

R.– Sí, claro. No somos un sector ajeno a lo que pasa en el resto de la hostelería. Nos falta personal de recepción, de limpieza, camareros, ayudantes de cocina, socorristas… Además de electricistas, fontaneros o albañiles. Es un grave problema que ya estamos sufriendo de cara a este verano. El pasado año ya nos costó encontrar personal y este año nos va costar aún más. En mi caso, llevo intentando encontrar un ayudante de cocina más de dos meses.

P.– ¿Diría que su sector recibe de la Administración toda la atención que necesita?

R.– Nosotros estamos muy contentos con el Gobierno de Cantabria. Mantenemos una relación fluida y abierta y cada vez que pedimos ser recibidos para tratar un asunto, lo somos. La verdad es que estamos satisfechos con la relación que hay.

P.– ¿Los camping de Cantabria vivirán este año el mejor verano de su historia?

R.– ¡Esperemos! Si el tiempo nos acompaña, estoy convencido de que las cifras mejorarán. Hay que tener en cuenta que el pasado año obtuvimos un resultado muy bueno, similar al de 2022, que fue un año espectacular. Estoy convencido de que si a la creciente profesionalización del sector y a la calidad de las instalaciones y de los servicios sumamos los atractivos que ya ofrece por sí sola Cantabria, la temporada será muy buena. El trabajo está hecho. Ahora hace falta que la climatología no falle y que vengan los turistas.