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La tecnología impulsa a Feten Domum

Apoyada en una evolución propia de los sistemas de lectura termográfica, la empresa cántabra ha agotado en apenas dos años su capacidad de crecimiento y, tras ser seleccionada por la lanzadera de ‘star-ups’ de Juan Roig, se prepara para multiplicar su actividad mediante un singular modelo de franquicias que permitirá expandirse dentro y fuera de España manteniendo el control y el núcleo de la generación de valor añadido en Cantabria. En colaboración con la Universidad de Cantabria, Feten Domum trabaja en desarrollo del prototipo de una máquina que, junto al software diseñado por la empresa, le dotará de completa independencia tecnológica para encarar los planes de expansión. El sistema, para el que han recibido ofertas de compra de empresas de Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido, ha encontrado su principal campo de aplicación en la detección de fugas de agua en construcción, pero su abanico potencial de usos es mucho más amplio.

José Ramón Esquiaga |  @josesquiaga | Octubre 2022

La previsión en cuanto a plazos sigue estando abierta, y es también prudente en relación con las cifras y el alcance que quiere darse al proyecto, pero la referencia del camino ya recorrido y el avance de los trabajos en marcha permite ya esbozar los siguientes pasos de una idea a la que sus promotores conceden un amplio recorrido. A finales del próximo año, o a más tardar durante el primer trimestre de 2024, Feten Domum estará en condiciones de iniciar una expansión que debería llevar a la empresa a contar con entre 50 y 100 delegaciones operativas en España, y a un número más difícil de determinar, pero igualmente significativo, fuera de nuestro país. Se romperán entonces las barreras que ahora limitan la progresión de una iniciativa a la que se ha venido dando forma a lo largo de más de una década, que se concretó en 2019 con la creación de una empresa y que, en los poco más de tres años transcurridos desde entonces, se ha visto desbordada por la acogida que el mercado ha dispensado a las soluciones ofertadas. Con la detección de fugas de agua como principal servicio y la construcción como sector en el que aplicarlo, pero con un abanico de usos mucho más amplio, la tecnología desarrollada por la empresa cántabra se ha convertido en el núcleo impulsor de un proyecto que por sus características, crecimiento exponencial y por tener la innovación como principal ventaja competitiva, encaja perfectamente en la categoría de lo que se conoce como ‘start-ups’.

En las fotos, varios ejemplos de las lecturas que es capaz de hacer el sistema desarrollado por Feten Domum, que identifica variaciones de temperatura a varias profundidades bajo la superficie, señalando a qué corresponde cada una de ellas.

Feten Domum SL es el resultado de la experiencia profesional que, a lo largo de casi veinte años, han ido acumulando sus fundadores, Eusebio Pérez Beláustegui y José Martínez Marco, trabajando en la detección de patologías en construcciones. Utilizando lo  que en origen era una cámara termográfica convencional, de un fabricante norteamericano, fueron desarrollando sus propias soluciones en un proceso que combinaba la mejora de las capacidades de ese dispositivo y el diseño de un software capaz de interpretar lo que este captaba. Se produjo con ello una mejora de las prestaciones que, a partir de determinado momento y después de ponerse a prueba en el mercado, dio como resultado un sistema con capacidades que marcaban una enorme distancia con lo existente. “Las cámaras térmicas están calibradas para ver temperaturas y hacer con ello un mapa”, explica José Martínez Marco, director del Departamento de Arquitectura y proyectos Feten Domum, que detallar las diferencias de su sistema: “Lo que nosotros hemos conseguido determinar es a qué material corresponde cada temperatura, y ver lo que hay a dos centímetros de la superficie, luego a 10 y luego a 16, para después interpretar todo eso con nuestro software. Que nosotros sepamos, esto no es capaz de hacerlo nadie en el mundo”.

El convencimiento que expresan los responsables de Feten Domum, que alguien podría considerar exagerado, ha ido formándose a partir de su experiencia en el mercado, de la acogida que su producto tenía entre sus clientes y, sobre todo, de la respuesta de sus potenciales competidores. Probablemente el caso que mejor ilustra esto es el de la terminal 3 del aeropuerto de Málaga, que tenía un problema de filtraciones que los técnicos de Feten Domum estaban convencidos de poder localizar y solucionar. Fomento licitó los trabajos con un pliego de condiciones al que solo pudieron dar respuesta los cántabros. Tras la adjudicación, la empresa alemana con la que habían competido en el proceso, y que había considerado imposible cumplir las condiciones de la adjudicación, les hizo una oferta de compra y de trabajo: “Dijimos que no, como a otras que nos han ido llegando, pero eso ha servido para confirmar que lo que aporta nuestra tecnología no lo tiene nadie más, y para convencernos de ir adelante con nuestro proyecto”, resume Eusebio Pérez, que dirige el Departamento de Ingeniería e Innovación de la empresa cántabra.

Soluciones

En términos prácticos, la capacidad que tiene el dispositivo desarrollado por Feten Domum para hacer una lectura de temperaturas a diferentes profundidades, y discriminando a qué corresponde cada una, hace posible determinar de forma precisa el origen de cualquier problema constructivo relacionado con fugas térmicas o de agua, lo que permite resolverlo rápidamente y con importantes ahorros para el propietario. Como con el aeropuerto de Málaga, la referencia de alguno de los proyectos acometidos por la empresa es una buena forma de explicar tanto la forma de trabajar como lo que aporta la solución que ofrece la empresa cántabra. El malagueño Palacio de Deportes Martín Carpena tenía problemas de filtración de agua desde su inauguración en 1999, parcheadas y nunca resueltas del todo en los años pasados desde entonces. En enero de 2020 iba a celebrarse ahí la gala anual de los premios Goya, en la noche de un sábado para el que la previsión meteorológica anunciaba lluvia abundante: “Salimos desde aquí el domingo anterior a la gala, con cinco chicos de Cantabria y con el compromiso de solucionar el problema antes del sábado”, relata Martínez Marco, que recuerda que llovió toda esa semana, unas circunstancias que complicaron los trabajos pero que también permitieron ponerlos a prueba: “El jueves ya no caía nada y la entrega de los Goya, a la que asistimos, se celebró sin ningún problema, cuando siete días antes se estaban planteando suspenderla”.

Además de permitir que pudiera tener lugar aquel acto, lo realizado en el Martín Carpena supuso solucionar un problema que se había dado por imposible y ahorrar una cantidad notable al consistorio malagueño: “Les habían dicho que las filtraciones se debían a que la cubierta se movía, por estar construido el edificio sobre una marisma, y que debía sustituirse por completo. Tenían ya un presupuesto de 500.000 euros, y nosotros lo solucionamos por 33.000”. Los responsables de Feten Domum relatan otros casos en los que se han conseguido ahorros ciertamente llamativos sobre otras soluciones presentadas, entre ellos el conseguido en un edifico del Pctcan, en Santander, para el que ya estaba prevista una inversión de cerca de un millón de euros y cuyo problema resolvió Feten Domum por 70.000. “Calculamos que en cuatro años hemos ahorrado no menos de 40 millones a nuestros clientes”, aseguran los responsables de la empresa, que matizan que esa cifra recogería solo lo dejado de gastar en las obras previstas, pero que ese no sería el único ahorro que se consigue: “En la mayor parte de los casos la solución que se había planteado no habría resuelto el problema, porque no se identificaba el punto crítico y este iba a seguir ahí cuando se volviera a construir; era tirar el dinero”, recalca José Martínez Marco.

Fuerte crecimiento

En el tiempo que lleva operando como empresa, Feten Domum no ha hecho más labor comercial que la que se deriva del boca a oído –«cada cliente nos ha traído cinco más”, asegura Pérez Beláustegui– y la que, de forma un tanto inesperada, se ha realizado a través de la presencia en Linkedin, la red social más directamente relacionada con la actividad empresarial: “Mas del 40% de los contactos para nuevos proyectos nos han llegado por ahí”, calcula el director de Ingeniería e Innovación de la empresa cántabra. El resultado ha sido un crecimiento constante en el número de informes realizados: 100 en 2019, 160 el año siguiente, 200 en 2021 y una cifra que se moverá este año en cotas algo mayores, pero no muy alejadas de ese último dato: “Con nuestros medios actuales es imposible hacer más, porque hay informes rápidos, que puedes hacer en una tarde, pero otros llevan días. Ahora mismo estamos al límite de nuestra capacidad, podemos hacer más”.

Llegados a ese punto, el impulso decisivo para dar forma a los planes de crecimiento ha llegado de la mano de Lanzadera, la aceleradora de empresas impulsada por Juan Roig, propietario de Mercadona –uno de los principales clientes de los cántabros– que seleccionó a Feten Domum entre más de un millar de candidatos para tomar parte en su última convocatoria. Además de ponerles en contacto con posibles inversores, una opción que por el momento no contemplan, el análisis y asesoramiento realizado en el marco de Lanzadera sirvió para diseñar una fórmula de crecimiento basada en un modelo de franquicias adaptado a las características del proyecto, en el que además de buscar un modelo de negocio viable para el franquiciado se garantice un flujo de ingresos hacia la matriz que no llegaría por la tradicional vía de los ‘royalties’ y que garantizaría la generación de actividad en Cantabria.

Expansión mediante franquicias

José Martínez Marco y Eusebio Pérez Beláustegui, fundadores de Feten Domum –primero y tercero, de izquierda a derecha– junto al estudiante Óscar Muñoz y el catedrático Pablo Sánchez, ambos del grupo de investigación de la UC con el que han trabajando para el desarrollo de su cámara termográfica.

La clave para conseguirlo es el software propio que ha desarrollado la empresa y la máquina con la que se hacen los trabajos, que actualmente están construyendo de la mano del Departamento de Tecnología Electrónica e Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad de Cantabria. El objetivo es contar con un dispositivo propio al que trasladar todas las mejoras realizadas hasta ahora en la cámara termográfica con la que trabajan, logrando así una independencia tecnológica casi completa –habrá algunos componentes que tendrán que adquirirse a otros fabricantes– y contar con el elemento clave sobre el que construir el modelo de franquicia: “Lo que haremos será vender la máquina al franquiciado, que hará el trabajo de campo y nos remitirá las fotos para que las procesemos aquí con nuestro software”, explica Pérez Beláustegui, que calcula que la adquisición de la máquina supondrá una inversión de entre 150.000 y 180.000 euros, que podría amortizarse en un año: “El informe más barato cuesta 1.500 euros, y pueden hacerse hasta dos o tres por jornada de trabajo”. A ello hay que añadir, destaca el responsable de Feten Domum, la actividad que puede generarse a partir del diagnóstico que hace el dispositivo: direcciones de obra, la realización de los trabajos de corrección de las anomalías detectadas o certificación de calidad en edificación, por mencionar solo algunas de las áreas en las que ya trabaja Feten Domum y que de ningún modo agotan las posibilidades del sistema.

Los planes de la empresa cántabra contemplan contar con entre 50 y 100 franquiciados en España, una cifra esta última que consideran el máximo que podría absorber el mercado nacional sin comprometer el negocio de cada uno de ellos. La expansión internacional se apoyaría en el mismo modelo, y tendría a México –donde Feten Domum cuenta ya con una delegación comercial– como primer destino. Todos los franquiciados recibirían un curso de formación sobre el manejo de la máquina y el protocolo de trabajo, que tendría una parte ‘on line’ y otra presencial, que tendría que hacerse en Cantabria. La empresa cántabra cuenta ya con un primer prototipo de la máquina, y prevé que el modelo final –que quieren que sea más pequeño y de manejo más sencillo– esté listo a finales de 2023 o durante los primeros meses de 2024. Esa fecha marcaría el inicio del proceso de expansión y el derribo definitivo de las barreras que ahora impiden el crecimiento del proyecto.

Feten Domum cuenta actualmente con cinco trabajadores en plantilla. Con la franquicia en funcionamiento, los responsables de la empresa calculan que el empleo generado en Cantabria sería de no menos de 15 personas. “Pero el potencial real no es fácil saberlo, porque ahora mismo estamos dejando de hacer muchas cosas porque no llegamos”, lamenta Eusebio Pérez, que considera que el campo de aplicación de su sistema llega mucho más lejos de hasta donde ahora se ha empleado: “Sabemos que funciona al cien por cien en construcción, que es el sector que más trabajamos, pero puede funcionar en barcos, en aviones, en instalaciones eólicas… para el CSIC hemos hecho el seguimiento de la lava de la erupción de La Palma… el abanico de posibles usos es amplísimo”, concluye el director de Ingeniería e Innovación de Feten Domum.