Las empresas tecnológicas cambian el paso
Aunque con matices en cuanto a la intensidad de la recuperación, la práctica totalidad de las TIC cántabras consideran que el ejercicio en curso está mejorando las cifras de los precedentes. En las empresas mayores, con capacidad para conseguir contratos fuera de la región e incluso fuera de España, la percepción de la mejoría es mucho más clara.
Texto de Jose Ramón Esquiaga @josesquiaga
Probablemente es demasiado pronto para utilizar la socorrida metáfora de la luz al final del túnel, pero cuanto menos las empresas tecnológicas empiezan a percibir una mejoría en el mercado al que atienden, que ya es mucho más de lo que han podido decir en los últimos años. En una improvisada encuesta realizada entre sus asociados por la Asociación Cántabra de Empresas de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (Ascentic), existía unanimidad a la hora de calificar el año en curso como mejor que el 2014, por más que se mantienen algunos matices a la hora de hablar de la intensidad de la recuperación. Como dato general, esta es percibida de forma más clara por las empresas más grandes, precisamente aquellas que tienen capacidad para salir de la región, e incluso del país, a la hora de competir por proyectos. Este mejor posicionamiento de las TIC de más tamaño –pese a todo lo relativo que es ese concepto cuando se habla de Cantabria– es de hecho uno de los principales elementos a tener en cuenta en cualquier aproximación al sector y, según se destaca desde la asociación que agrupa a las empresas, un factor primordial a tener en cuenta en cualquier estrategia que se diseñe para mejorar la posición competitiva del tejido tecnológico.
En línea con los resultados de la encuesta, Jaime Gómez Obregón, presidente de Ascentic, se muestra relativamente optimista en relación con el futuro más próximo, aunque también considera que la incipiente recuperación está poniendo de manifiesto algunos desequilibrios que pueden condicionar su alcance. El principal sería esa diferente percepción de la mejora entre las empresas mayores y las más pequeñas, pero habría otros, el más llamativo de los cuales probablemente sea la dificultad para acceder a trabajadores con el perfil de competencias y formación que precisan las empresas. Como marco de todo ello, los empresarios TIC citan también la escasa sensibilidad de las diferentes administraciones con un sector que, paradójicamente, mencionan constantemente cuando hablan del cambio de modelo económico. No se trata, insiste el presidente de Ascentic, de inyectar recursos públicos o romper las condiciones de competencia para favorecer a las empresas cántabras, sino de mantener abiertos los cauces de diálogo y poner las bases para que el sector pueda atacar los obstáculos que hoy suponen una barrera para su crecimiento.
Las demandas de Ascentic van más allá de los márgenes de una legislatura y, señala Gómez Obregón, no tienen condicionantes políticos, por lo que el reciente cambio en el Gobierno regional no las afectan más allá del paréntesis derivado de la sustitución de interlocutores. En ese sentido, Ascentic todavía no se ha reunido con los nuevos responsables de la Consejería de Industria, que hasta mediados de septiembre no había completado su organigrama con el nombramiento de Jorge Muyo como director de Innovación y Desarrollo Tecnológico. Será a él al que le competerá directamente la decisión de retomar algunas iniciativas abiertas por el anterior Gobierno o abrir otras nuevas en línea con las demandas de las empresas.
Dentro de las líneas de diálogo abiertas, se habían dado los primeros pasos para la formación de un clúster que, además de las empresas tecnológicas, integrara los centros de conocimiento vinculados a la Universidad. Es una de esas iniciativas que irían en la línea de la que es sin duda la principal preocupación de Ascentic: poner los medios que favorezcan el crecimiento de las empresas: “En este sector se crece con proyectos, pero una empresa pequeña no puede acceder a aquellos trabajos que le permitirían crecer. Uno de los caminos para romper ese círculo vicioso es establecer cauces de colaboración para que varias empresas colaboren para desarrollar una solución tecnológica, que pueda luego replicarse en otro lugar y para otro cliente”, explica Jaime Gómez Obregón. El presidente de Ascentic señala que este mecanismo ha funcionado en muchos proyectos realizados para empresas privadas, pero no tanto en el sector público, más inclinado a sacar a concurso proyectos que por su tamaño quedan fuera de la capacidad de la mayor parte de las TIC: “Con una mayor sensibilidad por la Administración, de manera que en sus fórmulas de contratación promoviera la colaboración entre empresas, se abrirían muchas posibilidades”.
Siempre relativa, la cuestión del tamaño lo es todavía más cuando se habla del tejido tecnológico. Para entrar en la categoría de las mayores TIC cántabras bastaría moverse en el entorno de los 25 a 30 trabajadores. Son cifras modestas en cualquier otro sector, pero que en este caso permiten ya entrar a competir en proyectos de fuera de la región que son, de hecho, los que están generando el mayor volumen de negocio. La actividad que se genera en la región no es suficiente para sostener una estructura como esa, pero sí puede serlo –explica el presidente de Ascentic– para situar a las TIC más pequeñas en la senda del crecimiento.
Trabajadores cualificados
Las empresas más grandes son también las que están ampliando ya plantillas, después de unos años de contracción que habían dejado en el olvido uno de los problemas tradicionales del sector: el acceso a trabajadores con la formación técnica requerida. El fenómeno, asegura Jaime Gómez Obregón, ha vuelto a reproducirse con la tímida recuperación de la demanda: “De la Universidad de Cantabria sale cada año una veintena de ingenieros informáticos, que es un número insuficiente si tenemos en cuenta que ahora mismo hay una empresa que está en proceso de contratar a diez personas. Esto provoca que las empresas tengan que acudir a otros perfiles y luego asumir la tarea de formarles. Es algo a lo que estamos acostumbrados, pero que consume recursos y tiempo”. Es este otro campo, apunta el presidente de Ascentic, en el que pueden rendir frutos los cauces de comunicación entre Administración, empresas y universidad.
Otro tanto sucede en lo relativo a las acciones encaminadas a favorecer la inversión en tecnología. El campo actualmente de mayor crecimiento en el mercado tecnológico –por definición caracterizado por su dinamismo y su heterogeneidad– tiene que ver con la transformación digital, esto es, adaptar las empresas tradicionales para que puedan aprovechar las posibilidades que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación. El apoyo a las inversiones que puedan realizarse en ese campo, apunta el presidente de Ascentic, tienen un efecto multiplicador claro, al favorecer tanto la productividad de las empresas clientes como la actividad de las tecnológicas.