Las exportaciones plantan cara al reto pandémico
Al igual que sucediera con la crisis financiera de 2008, las ventas de las empresas españolas en el exterior se reivindican como motores de la recuperación económica, superando el récord histórico y salvando los condicionantes del Bréxit y la ralentización del comercio mundial provocado por el colapso de las redes logísticas internacionales. Durante los primeros tres trimestres de este año, las exportaciones cántabras registraron un crecimiento superior al 21% en relación al atípico ejercicio anterior, pero también se situaron casi un 10% por encima de las de 2019 y superaron todos los registros anteriores para ese periodo.
La debilidad que tradicionalmente caracteriza a buena parte de los grandes indicadores económicos españoles, con el déficit público y la deuda pública y privada como ejemplos más destacados, tiene su contrapunto más claro en las exportaciones, que se han convertido tanto en un aval de la competitividad de la industria como en un salvavidas al que se agarra el PIB en situaciones en las que falla todo lo demás. Metidos de lleno en una de ellas, con el turismo paralizado por la crisis sanitaria y con la incertidumbre económica ralentizando las inversiones, las ventas de las empresas españolas en el exterior vuelven a aparecer, como tras la crisis financiera de 2008, como el gran elemento corrector de desequilibrios. Mucho antes de que la economía se acerque a las cotas prepandémicas, las exportaciones españolas no solo han recuperado ya el nivel que tenían en 2019, si no que se mueven en registros nunca antes alcanzados. En el caso de Cantabria, la tendencia se acompasa con la que se registra en el conjunto de España, superándola incluso si tenemos en cuenta los datos de los nueve primeros meses del año.
Entre enero y septiembre de este año, las empresas cántabras vendieron fuera de España productos por valor de 2.194 millones de euros, una cantidad que supera en un 21,75% la registrada en el mismo periodo de 2020 y, lo que es más significativo, en un 8,48% el dato de 2019. El registro es, de hecho, el más alto alcanzado por Cantabria durante los tres primeros trimestres de cualquier año anterior, superando en algo más de 100 millones de euros el récord anterior, que data del año 2012. En relación con las cifras del conjunto de comunidades autónomas, la evolución del dato cántabro se sitúa en niveles prácticamente equivalentes a la media española en la comparación con 2020 –apenas 0,15 puntos por debajo– y algo por encima –dos puntos porcentuales– en relación año 2019.
Aunque una parte de la fuerte recuperación de las exportaciones puede explicarse por el tirón de la demanda que no pudo satisfacerse durante el confinamiento, lo cierto es que el buen dato de lo que llevamos de ejercicio se produce en un contexto internacional que no ha sido especialmente favorable para ello. La crisis de suministros, la ralentización del comercio mundial a causa del colapso de las redes logísticas y el aumento de los costes de energía y transporte no son elementos que favorezcan las operaciones de venta más allá de las propias fronteras, lo que no hace sino dar más valor a la capacidad de la industria española para competir en el exterior.