El sector industrial de Cantabria, en declive
La caída de la actividad durante el segundo semestre del pasado año ha cambiado el paso del sector industrial de Cantabria, que se ha visto incapaz de acompañar al conjunto de la economía regional en su crecimiento y deja su aportación al PIB de Cantabria por debajo de la simbólica cota del 20%. Tanto el índice de producción industrial como el que da cuenta de la cifra de negocio confirman que la tendencia a la baja que se inició en la segunda mitad de 2023 está teniendo continuidad en lo que llevamos de ejercicio.
José Ramón Esquiaga | @josesquiaga | Julio 2024
Cantabria es una región industrial en trance de dejar de serlo. Las cifras que, en contra de una percepción más o menos generalizada, han venido confirmando machaconamente lo primero dan cuenta ya, con pocos matices, de un cambio en la estructura económica de la región que puede ser difícilmente reversible. De acuerdo a lo recogido en la contabilidad regional, la aportación del sector industrial de Cantabria al PIB regional cayó al cierre de 2023 por debajo de la simbólica cota del 20%, perdiendo todo el terreno que había ganado desde la pandemia.
A diferencia de lo que ha sucedido en otros momentos, la pérdida de relevancia económica de la industria ha sido consecuencia no tanto de su dificultad para seguir el ritmo de crecimiento del conjunto de la economía como de la propia incapacidad para crecer. Probablemente lo más llamativo de la fotografía que revelan los datos a cierre de 2023 es que se ha llegado a ella después de un arranque de año muy positivo, y tras un rápido deterioro de los indicadores en la segunda mitad del ejercicio. Así, y tras encadenar crecimientos del 6,5 y del 2,9% en los dos primeros trimestres del pasado año, el sector industrial decreció un 0,7 y un 2,1% en los siguientes, medido siempre en términos interanuales, para acabar cerrando el ejercicio prácticamente en el mismo nivel en el que lo comenzó, con un incremento de apenas un 1,5%. En contraste, y según la contabilidad trimestral en precios corrientes que publica el Icane, la aportación del conjunto de sectores de la economía regional creció un 7,48%.
Probablemente lo más llamativo de la fotografía que revelan los datos
a cierre de 2023 es que se ha llegado a ella después de un arranque de
año muy positivo y tras un rápido deterioro de los indicadores en la
segunda mitad del ejercicio
Sin datos equivalentes todavía que den cuenta de lo acontecido en lo que llevamos de año, lo que recogen otros indicadores confirman la continuidad de la tendencia. negativa en la que se ha visto envuelto el sector desde el pasado verano. Es el caso, por ejemplo, del índice de producción industrial (IPI), que hasta marzo –último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE)– cayó en Cantabria un 18% en términos interanuales, frente al 11,3% que lo ha hecho en España. Aunque la comparación pueda verse desvirtuada al hacerse en relación a un trimestre especialmente positivo, como lo fue el primero del año pasado, lo cierto es que los números rojos también son la tónica si atendemos solo a la evolución del indicador en lo que llevamos de año, con un descenso del 6,4%, frente al 1,5% de caída que se da en el conjunto de comunidades autónomas.
La evolución que ha seguido el índice de cifra de negocios de la industria es equivalente en lo que se refiere a la tendencia –negativa tanto en términos interanuales como en lo que va de ejercicio– pero no tanto en su cuantificación. Aunque la caída respecto al primer trimestre de 2023 es muy parecida a la que refleja el IPI, durante los tres primeros meses de este ejercicio la disminución de las ventas es menos acusada, apenas un 0,8%, la misma proporción que se ha registrado en el conjunto de España.