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Uktena, la ‘startup’ que lidera la carrera por el dominio de los asistentes inteligentes profesionales

La tecnológica cántabra, fundada en 2020, utiliza la realidad mixta y la inteligencia artificial para desarrollar plataformas que recogen y transmiten el conocimiento de las empresas utilizando recursos digitales e imagen en tiempo real. Este conocimiento se sintetiza en instrucciones paso a paso que la propia máquina es capaz de captar y resumir a partir de las grabaciones realizadas por los empleados más veteranos. La compañía, que cuenta con un equipo de 14 personas en su sede de Santander, espera que los 500.000 euros de facturación recurrente a comienzos de 2024 se multipliquen por tres en 2025 y por 12 en 2028.

Francisco Rouco | Marzo 2024

Quién iba a pensar que la realidad virtual evolucionaría hacia un modelo con más realidad y menos virtualidad. Conservar las posibilidades de los gráficos digitales sin reducir el sentido de la vista a un entorno totalmente virtual. Ese paso siguiente, que no acaba necesariamente con la virtualidad, es la realidad mixta, que combina las imágenes creadas por ordenador con la realidad que instantáneamente perciben unas gafas provistas de cámaras y micrófonos. Aunque es una tecnología todavía incipiente y con un precio un poco desalentador –los dispositivos más capaces rondan los 3.500 euros­–, sus aplicaciones llaman la atención: recorrer unas ruinas mientras se observan recreaciones de lo que sucedió allí siglos atrás, llenar la casa (real) de muebles virtuales para ver cómo quedan antes de comprarlos o mantener una videoconferencia sin necesidad de más pantalla que las gafas. Es posible que muchos de sus usos recreativos puede que no sean lo suficientemente atractivos como para justificar el uso de unas gafas, pero es en el terreno profesional donde la realidad mixta podría sobresalir gracias a los asistentes industriales inteligentes.

La empresa cántabra Uktena, fundada en 2020, desarrolla asistentes industriales inteligentes que exprimen los últimos avances en realidad mixta e inteligencia artificial. ¿Qué ofrece un asistente así? Imaginemos a un operario que tiene que revisar una bomba de agua en una depuradora. Como no es su especialidad o desconoce el modelo en cuestión o lleva poco tiempo en la empresa, no cuenta todavía con los conocimientos suficientes para realizar la tarea con seguridad. Y tampoco quiere preguntar. Así que echa mano de las gafas de realidad mixta y enciende el asistente de Uktena. En un momento, se despliega ante sus ojos,un menú con el que puede interactuar moviendo las manos en el aire. Entre las opciones que aparecen en el menú se encuentran: un listado paso a paso de lo que tiene que hacer (con vídeos de 10 segundos de explicación que puede reproducir en un rincón de su ángulo de visión); un gemelo digital o recreación en 3D de la bomba, que puede descomponer en piezas virtuales giratorias, aumentables y combinables; un documento escrito con las instrucciones de fábrica de esa misma bomba que tiene enfrente; o una videoconferencia en conexión directa con un centro de ayuda. La conexión realidad-virtualidad del asistente es tal que el operario podría situarse frente a tres herramientas distintas y la plataforma le indicaría cuál debe coger –recordemos que el operario tiene ambas manos libres– y qué debe hacer con ella, sobreimprimiendo instrucciones digitales sobre la realidad.

“A la gente le cuesta creer lo que ofrecemos porque no lo han visto nunca, pero eso se soluciona con una demostración rápida de cinco minutos”, explica Rafael Wanderley, fundador de Uktena. La ‘startup’ cántabra, compuesta por 14 personas y con sede en Santander, propone que el conocimiento que se genera en una empresa no se quede en la cabeza de los empleados veteranos, sino que se transfiera a un software para que llegue a todo el personal que lo necesite gracias al asistente industrial inteligente. El catálogo más completo de funcionalidades solo está disponible para las gafas de realidad mixta, pero aún hay un buen número de funcionalidades, como los listados, las instrucciones orales o los vídeos, que pueden desarrollarse en tabletas, portátiles o incluso móviles.

Uktena no comparte el número de empresas que utilizan sus servicios, pero destaca que entre sus clientes se encuentran Roca, Aqualia, Equipe Cerámicas, Insud Pharma, Mademan Group, Gureak, Tecman u OBE Hettich, entre otras. Muchas de ellas están relacionadas de alguna forma con el mantenimiento electrónico, mecánico o hidráulico, las especialidades que conocían los fundadores de la empresa. “Creíamos haber encontrado un nicho en el mantenimiento, pero el nicho nos superó, porque Uktena aporta muchas soluciones en varios frentes”, apunta Wanderley.

Un ejemplo de esto se da en el grupo vasco Gureak, formado por sociedades mercantiles sin ánimo de lucro dedicadas a la industria, los servicios y el marketing, que emplea un alto porcentaje de personas con discapacidades. El grupo utiliza la plataforma de Uktena para apoyar al personal de limpieza en su trabajo diario gracias a listados de tareas e instrucciones. Pero también lo usan quienes se encuentran en cadenas de montaje de productos electrónicos. Algo parecido sucede con Insud Pharma, que utiliza los servicios de Uktena en la línea de composición de los medicamentos y también en labores de marketing.

La persona enseña al asistente profesional

Al contrario de lo que sucede en el sector tecnológico, donde lo habitual es comercializar licencias de software por usuario, Uktena liga cada licencia de 230 euros a un solo dispositivo, sin limitar cuántos usuarios utilizan la plataforma. La razón para no limitar el número de usuarios es que el algoritmo que hay detrás de la plataforma aprende del uso que se hace de ella, con lo que a Uktena le interesa que se utilice cuanto más, mejor.

El conocimiento que comparte Uktena con sus usuarios a través de gráficos, voz, vídeos, gemelos 3D y otros recursos digitales puede resultar lo más llamativo de esta tecnología. Pero no hay que olvidar que todo ese contenido es el resultado de una labor de recogida, depurado, síntesis y organización de la información que realiza la propia plataforma gracias a la inteligencia artificial.

El equipo de Uktena temía que los profesionales veteranos pensaran que, al compartir su conocimiento con el asistente inteligente, la empresa prescindiera de sus servicios.

Volvamos de nuevo a nuestra empresa de mantenimiento de depuradoras. El operario más veterano se va a jubilar pronto y su jefe le propone que cuente lo que sabe con la idea de que sirva para las personas que lo van a suceder. Pero en vez de presentarle a un aprendiz, le pide que use Uktena. Así que se coloca las gafas y se activa la fase de grabación. El operario veterano irá contando lo que sabe mientras lo ejecuta con sus manos, al tiempo que las gafas registrarán cuanto ve, hace y dice (de hecho, si el operario se mantiene callado, la plataforma le animará a que se explaye en las explicaciones). El resultado de todo esto es un clip de vídeo y audio que el algoritmo de Uktena limpia de ruido ambiental y secciona en pequeñas instrucciones para conformar un paso a paso. Cada una de estas breves explicaciones prácticas tendrá una longitud máxima de entre 40 y 50 palabras y se acompañará de un vídeo de unos 10 segundos y de un fotograma a modo de imagen en miniatura para identificar este paso en concreto. Esta labor de recogida y preparación de la información también se puede hacer con un documento escrito, al que Uktena exprimirá las ideas principales para transformarlas en listados de instrucciones breves.

En esta transmisión de conocimientos entre empleados expertos y máquinas para su libre difusión podría pensarse que aquellos podrían no ver con buenos ojos compartir abiertamente sus trucos. “Nos preocupaba que el trabajador veterano pensara que si le daba su conocimiento a Uktena, la empresa ya no le iba a necesitar. Y algo así nos encontramos al principio. Pero luego, una semana después de usarlo, ya no era así. Cuando estas personas usan Uktena comprenden que nadie les va a robar su trabajo, porque Uktena no tiene manos; puede reproducir, pero no ejecutar. Así que descubrimos que la persona se sentía valorada y reconocida como persona experta, que tenía protagonismo en el proceso y sentía que nadie le iba a echar porque tenía un conocimiento importante que la empresa no podía perder”, explica Wanderley.

Inicio difícil en Cantabria

Tras cuatro años de actividad, Uktena recibió el pasado noviembre la certificación de ‘startup’ otorgada por la Empresa Nacional de Innovación (ENISA), junto a otras tres compañías emergentes cántabras: Inhibitec Anticuerpos, El Súper de los Pastores y Siali Technologies (ver número 285 de Cantabria Negocios). Gracias a la acreditación, estas empresas pueden acceder ahora a nuevas fuentes de financiación y exenciones fiscales a las que antes no tenían acceso. Wanderley agradece el reconocimiento, pero recuerda que en la puesta en marcha de su proyecto sufrió todo lo que la ley ha arreglado –se refiere a la Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes–: “Yo soy extranjero –de Brasil– y la ley anima hoy a que los extranjeros emprendan, pero cuando yo empecé, en 2020, no había nada. También trabajaba para la Universidad de Cantabria mientras tenía la empresa, con lo que tenía que pagar dos veces; ahora la tributación es única”. Wanderley también recuerda que en su primera ronda de financiación, celebrada en 2022 y que cerró en 250.000 euros, los inversores tenían beneficios fiscales hasta un determinado techo de inversión (60.000 euros) cuando hoy es de 100.000 euros. “Si yo hubiera tenido ese techo, habría cerrado mucho más dinero”.

Parte del equipo de Uktena, en sus oficinas en el Centro de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Cantabria, en Santander. Foto: Uktena.

“Cuando estás empezando, necesitas aprovechar las oportunidades, y entonces no había aceleradoras ni incentivos para ‘startups’ en Cantabria. Nos acogieron en otros sitios y desde allí nos abrieron la puerta de otros clientes”, explica Wanderley, que desde hace dos años y medio forma parte de Lanzadera, la plataforma de Juan Roig para impulsar empresas emergentes. “Si tienes una ‘startup’, Lanzadera es el sitio donde hay que estar, porque te abre las puertas a inversores, a clientes y también a otros temas, como, en mi caso, una asesoría legal especializada en ‘startups’. Allí preguntas y todo el mundo te da la tarjeta. O necesitas un modelo de pacto de socio y te lo dan, gratis. Es una comunidad en la que lo único que te piden es que ayudes y compartas con los demás. Son muy pesados con eso”.

Hoy Uktena vive un momento dulce, en el que los clientes actuales piden más licencias y los nuevos llegan atraídos por el boca-oreja o porque su competencia usa la plataforma. Cantabria no es una excepción. “Tenemos una docena de empresas de aquí que podrían convertirse en clientes pronto. Esto me haría muy feliz, porque al final yo vivo aquí, y me encantaría que pudiéramos aportar al lugar donde vivo”.

Uktena ingresó el pasado ejercicio más de 80.000 euros de recurrente procedente de las licencias de la plataforma, y las previsiones de la empresa son multiplicar por seis esa cantidad en 2024 para superar los 500.000 euros. Para el año 2025 se pretende triplicar esa cifra y doblarla en los siguientes hasta cerrar 2028 con 6 millones de euros. Son números de crecimiento propias de otras latitudes, pero Wanderley se muestra convencido. Para el CEO de Uktena, las grandes tecnológicas están centradas en los asistentes personales inteligentes como Siri o Alexa, y están dejando de lado el nicho de los asistentes profesionales. Un nicho que este emprendedor piensa aprovechar: “Nosotros queremos estar ahí primero, porque las ‘big tech’ terminarán llegando y querrán pelear con nosotros. O comprarnos”.