Un puente para que el talento salve la brecha
La Asociación Mujer y Talento, fundada el año pasado por un grupo de empresas familiares cántabras, busca fomentar la capacidad y las competencias femeninas en aquellos ámbitos en los que siguen detectándose diferencias de acceso e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Los primeros programas puestos en marcha por la asociación quieren favorecer la vocación científica en las niñas, potenciar el deporte femenino y recuperar a las profesionales que quieren volver al mercado laboral tras haberlo abandonado.
Un reportaje de J. CARLOS ARRONDO
Las niñas que se encontraban entre el público asistente a la ponencia que Zafira Castaño, investigadora de la Universidad de Harvard, dio en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander el pasado 7 de abril pudieron llevarse para sus casas dos importantes enseñanzas: deben valorar el esfuerzo que les permitirá ganar habilidades que se sumen a las que ya poseen y no tienen que autolimitarse. Esta especialista en el estudio del cáncer de mama les animó a que desarrollen sus inquietudes y se demuestren a sí mismas lo valiosas que son porque la sociedad está esperando mujeres con iniciativa, proactivas, creativas y emprendedoras. La clase magistral impartida por la científica asturiana, cofundadora y presidenta de la IMFAHE –International Mentoring Foundation for the Advancement of Higher Education– formaba parte del programa de actividades que organiza Mujer y Talento, una asociación sin ánimo de lucro fundada el año pasado por un grupo de empresas familiares de Cantabria con el fin de fomentar las capacidades y las competencias femeninas en todos aquellos ámbitos –desde el educativo al profesional, pasando por el deportivo, artístico, cultural o social– en los que hay diferencias de acceso e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
“La idea surge en verano de 2017. Varias empresas familiares teníamos la idea de hacer algo con base en Cantabria cuyo objetivo fuera el desarrollo del talento de la mujer”, señala Cristina Marcén, cofundadora y portavoz de la asociación. En su opinión, la diversidad de género en los equipos directivos y en las plantillas beneficia a la competitividad de las empresas, pero en España aún son muchas las empresas que no tienen mujeres en cargos directivos: “Nos dimos cuenta de que hay un problema en el desarrollo profesional de la mujer en determinados ámbitos. Teníamos varias ideas, varios planes y decidimos formar la asociación”. Sus promotores creen que la iniciativa debe entenderse como un proyecto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). En última instancia se trataría de crear un ecosistema en el que puedan beneficiarse las mujeres con diversos tipos de talento, las empresas que las contratan y el conjunto de la sociedad.
A pesar de sus pocos meses de vida, Mujer y Talento ya ha puesto en marcha algunas actividades. Una de ellas es la gestión en Cantabria del proyecto educativo ‘Stem Talent Girl’ (STG), cuyo objetivo es captar talento, desarrollar vocaciones en áreas de conocimiento relacionadas con las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas –STEM es el acrónimo de estos términos en inglés– entre niñas de trece y catorce años y acompañarlas en su formación hasta que lleguen al mercado laboral. “Sólo un 20% de las niñas quiere estudiar este tipo de carreras y se prevé que en 2020 el 60% de los empleos tengan una base tecnológica que requiera estos perfiles. Si la brecha entre hombres y mujeres ya es amplia, como continúe esta evolución se va a ampliar mucho más”, indica Cristina Marcén. El programa STG, que consta de tres partes, arrancó en noviembre con la selección, entre más de doscientas candidatas, de treinta alumnas de 3º y 4º de la ESO de veinte centros educativos de Cantabria con habilidades especiales en ámbitos STEM.
Durante la primera fase, las niñas asisten una vez al mes a ocho clases magistrales impartidas por mujeres con una trayectoria de relevancia nacional e internacional en el campo STEM. Las niñas también asisten a sesiones de mentorización individual por parte de mujeres con este tipo de perfiles, que durante dos horas les hacen partícipes de su actividad laboral cotidiana. Para la portavoz de la Asociación, la cercanía a estas profesionales, su visibilidad, supone una referencia para las alumnas: “Son mujeres con una carrera de éxito que intentan explicar cómo han llegado hasta allí, qué dificultades han encontrado en el camino, cómo las han sabido superar y quién les ha ayudado. Esta es la importancia de la visibilidad, tanto de las mentoras que vienen de fuera a dar ponencias como de muestras propias mentoras, que son investigadoras de la universidad, directoras de operaciones de empresas de Cantabria, mujeres cercanas que les muestran a las niñas su experiencia”.
La primera parte del programa STG se complementa con varias visitas a importantes centros de investigación en Cantabria, como la que tuvo lugar el mes pasado al Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria. La segunda fase del proyecto comenzará una vez las alumnas pasen a cursar el bachillerato y se extenderá hasta el final de sus estudios universitarios. Durante este segundo escalón se intensifica la mentorización individual y se abre el acceso a becas internacionales. “Nosotros les damos un abanico muy amplio. Tienen la oportunidad de ver distintas carreras profesionales y de elegir la mentora que quieren, con la que tendrán un contacto más continuado. Tras el paso por la universidad, la tercera y última fase será su paso al mercado laboral, con la posibilidad de hacer prácticas en empresas que participan en la Asociación”, explica Cristina Marcén.
Un aspecto central del éxito del programa es su continuidad. La cofundadora de Mujer y Talento recalca que no se trata de una sucesión de acciones esporádicas, sino de un proceso de seguimiento ininterrumpido desde que se detecta a esas niñas dotadas de unas habilidades especiales: “Con veintidós o veintitrés años van a acceder al mercado laboral con un background, con unos referentes y una mentorización, que les hará completamente distintas a quienes salgan de la universidad con la misma titulación”. No obstante, la portavoz de la asociación es consciente de que el fomento del talento femenino no debe ceñirse a las alumnas de secundaria participantes: “Es fundamental crear un ecosistema, por eso hay entrada libre a las masterclass. La presencia de los padres, de los compañeros de clase, de los profesores o de público en general es vital para que el mensaje siga calando. Son niñas que también necesitan un apoyo y un refuerzo alrededor. La participación está siendo muy positiva, muy continuada, y esta siendo un buen foro de discusión”.
Próximo paso: un programa para recuperar profesionales
En Mujer y Talento han constatado que las alumnas muestran mucho interés en que las mentoras les expliquen cómo han sido capaces de compatibilizar su profesión y su vida familiar. A las niñas se les anima a hacer una carrera internacional, a desmarcarse y ser diferentes al resto, pero en su vida diaria ven lo difícil que puede resultar alcanzar ese tipo de objetivos cuando la mujer soporta una carga mayor que el hombre en la estructura familiar. El cuidado de los hijos o de otros familiares significa en muchos casos que las trabajadoras deban abandonar su empleos y lo que en muchas ocasiones se hace con una perspectiva temporal acaba convirtiéndose en algo definitivo. La Asociación trabaja actualmente en el desarrollo de su próximo proyecto, un programa que facilite ese retorno: “Estamos perfilándolo y tenemos previsto ponerlo en marcha a lo largo de este año. El objetivo es que esos paréntesis por motivos familiares en las carreras profesionales de las mujeres no sean penalizados por el mercado laboral”, anticipa su portavoz.
Esta situación se convierte en un problema de doble sentido, ya que, conocidas las barreras que van a tener que hacer frente para poder regresar, hay mujeres a las que les cuesta mucho parar en su trabajo para ser madres. “Cuando se busca talento, los perfiles que demandan las grandes compañías son de gente que tenga flexibilidad, que se adapte bien al cambio, que aprenda todos los días y que tenga unos valores muy marcados. No hay quien refleje mejor todo eso que la mujer que es madre”, advierte Cristina Marcén, para quien es preciso una conciencia social que permita entender que esos parones profesionales deberían sumar y no restar: “Hay que buscar herramientas y dotar de flexibilidad al mercado laboral para evitar que se desperdicie ese talento”.
El campo de actuación de Mujer y Talento va más allá del educativo y sociolaboral. Sus promotores y colaboradores trabajan por que sus actividades alcancen a todos aquellos segmentos donde existe una brecha de género. Uno de los campos más populares y donde mayores son las diferencias de acceso e igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es el deporte. La asociación apoya al Club Deportivo Talent, al que pertenece el equipo de baloncesto femenino Tirso-Igualatorio, que milita en la 1ª División Nacional –una categoría superior a la de los equipos más representativos del baloncesto masculino de Cantabria– y cuyo objetivo para esta temporada es el ascenso. “Nuestra idea es que sirva como un símbolo de la necesidad de dar visibilidad a las mujeres y a su talento en ámbitos donde existe una brecha muy clara. Queremos que el equipo coja auge, tenga afición y sea muy visible”, apunta Cristina Marcén. El deporte femenino está creciendo, despierta mayor interés en el público y los patrocinadores, sobre todo las grandes compañías, le están dando un mayor soporte. La portavoz de Mujer y Talento matiza la finalidad que hay detrás de su apoyo a este proyecto deportivo: “Somos una asociación sin ánimo de lucro, no se trata de lograr una rentabilidad, sino que hablamos de sostenibilidad, de hacer que este sueño sea posible”.
Los promotores de la asociación destacan la buena acogida que está recibiendo en sus presentaciones al empresariado cántabro, sumando cada vez más apoyos. En una comunidad autónoma pequeña es más difícil captar talento y un proyecto que lo estimula es valorado positivamente. Además, no es casualidad que una idea así haya surgido de la empresa familiar, que se siente el tractor económico de la región y de su transformación: “Somos los que estamos y los que vamos a seguir estando. El buen empresario familiar tiene apego al territorio y visión a largo plazo y eso encaja perfectamente con esta iniciativa”, indica Cristina Marcén, que advierte del beneficio que las empresas y, por extensión, toda la sociedad pueden obtener si se aprovecha todo las capacidades que poseen las mujeres: “No nos podemos permitir dejar ningún talento fuera. Hay que detectarlo y hacerlo aflorar, ya que si no es una desventaja para el conjunto de la sociedad. Estamos desarrollando estos programas porque queremos ser el motor que contribuya a impulsar el cambio”.
Un proyecto de responsabilidad social empresarial
con impacto global
La Asociación Mujer y Talento cuenta con un fuerte respaldo público y privado en la sociedad cántabra. Además de las empresas familiares promotoras del proyecto, entre las que se encuentran el Grupo Tirso, Lascaredo y Tecnisa-Campos, tiene el apoyo institucional de la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria, la Consejería de Educación y la Dirección General de la Mujer, además del Ayuntamiento de Santander. Una de las fundadoras de la Asociación, Cristina Marcén, explica las dos maneras en que se puede participar en ella: “Una es mediante el patrocinio, con una aportación económica. La otra es colaborando en el programa educativo ‘Stem Talent Girl’ mediante el ‘préstamo’ de investigadoras, directoras de departamento y otras profesionales de perfil científico y tecnológico para mentorizar a las niñas participantes y organizando actividades como las visitas al Instituto Hidráulico de Cantabria o al Centro de datos del Banco Santander”. La Universidad de Cantabria, la Universidad Europea del Atlántico y un nutrido grupo de empresas y centros de investigación –Grupo SIEC, Santander Teleport, Erzia, Oxital Aguas, Instituto de Física de Cantabria, Viesgo, Grupo Uvesco, Centro Tecnológico de Componentes– forman parte de la bolsa de colaboradores, algunos de las cuales también tienen la condición de patrocinadores, entre los que también están la Fundación La Caixa, Igualatorio Cantabria, El Diario Montañés, Grupo Dromedario o Regma.
Las empresas encuentran en la Asociación Mujer y Talento un espacio donde canalizar su responsabilidad social. Los programas que actualmente se desarrollan u otros que se pongan en marcha en el futuro permiten detectar el talento femenino y su estímulo beneficia las empresas que tendrán mejor acceso a los perfiles profesionales que la transformación tecnológica demanda. Pero que aflore ese talento también contribuye al cambio que precisa Cantabria y a la mejora de toda la Comunidad. La portavoz de la Asociación, Cristina Marcén, resume el atractivo que puede encontrar quien quiera participar en el proyecto: “Nosotros lo presentamos como un proyecto de Responsabilidad Social Empresarial. Las empresas se animan y se suman porque ven el impacto que puede tener, no sólo en ellas, sino en que la sociedad avance”.