Valle Real firma un buen año

A falta de la decisiva campaña navideña, el más veterano de los centros comerciales cántabros confía en cerrar el ejercicio con un notable incremento en las cifras de visitantes y ventas. Aunque hay dos establecimientos que no abrirán hasta el año que viene, Valle Real tiene alquilados todos los locales disponibles, algo que no es la primera vez que sucede en los más de veinte años de historia del centro, pero que no había vuelto a repetirse desde el comienzo de la crisis en 2008.

Texto de Jose Ramón Esquiaga @josesquiaga

Probablemente sea excesivo conceder a Valle Real la condición de termómetro comercial de Cantabria, pero es difícil discutir el valor de sus cifras como indicadores del ánimo de los consumidores. Desde ese punto de vista, y en línea con lo que ha supuesto el pasado verano en términos de ocupación turística, los datos de ocupación, visitas y ventas que ha registrado el centro en los diez primeros meses del año 2015 –últimos dados a conocer por la gestora del centro antes de cerrar el ejercicio– permiten hablar de un cambio de tendencia, por más que sus propios directivos se muestren prudentes a la hora de valorar el alcance de esta recuperación. De acuerdo con las estadísticas que diariamente remiten los cerca de cien establecimientos que operan en el centro, las ventas crecieron entre enero y octubre un 6,3% en relación con el mismo periodo de 2014, en una progresión que se ha mantenido constante a lo largo de todo el ejercicio pero que ha sido incluso más notable en los últimos meses.

La apertura de H&M ha sido el gran acontecimiento del año en el centro comercial camargués, convirtiéndose también en un elemento que distorsiona la comparación entre las cifras de 2015 y 2014. Para encontrar una apertura de similar relevancia hay que remontarse a la llegada de Primark, en noviembre de 2012. Tampoco parece razonable esperar ninguna de características similares en el futuro: Valle Real está ocupado al 100% y no tiene espacio para nuevas aperturas.

Los niveles de ocupación del centro son también un indicador de la recuperación del ánimo de los consumidores, o cuanto menos de las expectativas que los empresarios han puesto en esta circunstancia. No es la primera vez que Valle Real cuelga el cartel de ‘no hay locales disponibles’, pero sí la primera vez que esto sucede desde que comenzó la crisis. Aunque hasta los primeros meses del año que viene permanecerán algunos locales cerrados, todos tienen ya inquilino y su comienzo de actividad solo depende de los plazos que contemple su propietario, que muchas veces dependen de las obras de reforma. Los próximos movimientos que se producirán en el centro llegan de la mano de Inditex: la tienda de Stradivarius que hasta ahora estaba junto a la entrada principal se traslada a un local mayor, en tanto que el espacio que deja libre será ocupado por Oysho, enseña que también pertenece al grupo gallego. A partir de ahí se producirá la llegada de algunos nombres nuevos a la nómina de inquilinos del centro, de manera que para los primeros meses de 2016 está previsto que todos los locales estén en funcionamiento.

Aperturas

Probablemente el último en abrirse sea el que ocupe el local que hasta hace unos meses fue de Caja Cantabria. Está ya alquilado y pendiente de las obras de reforma, pero los responsables de Valle Real prefieren no dar todavía el nombre de quien lo explotará. Sí que hay más detalles del resto de nuevas aperturas: la cadena asturiana Fran abrirá una peluquería, Siona una tienda y Telepizza contribuirá a completar la oferta hostelera con un restaurante que, a diferencia de lo habitual en la firma, no tendrá servicio de entrega a domicilio. Con esos movimientos, y de acuerdo a los plazos que manejan los responsables del centro comercial, Valle Real completará el próximo ejercicio con todos sus locales funcionando a pleno rendimiento.

En esas condiciones el objetivo será atacar las cifras de visitantes que se alcanzaron en 2008, el año que marca el mejor registro histórico en este dato. En buena lógica, ello debería servir también para alcanzar las cifras de ventas previas a la crisis. En los diez primeros meses de este año han entrado a Valle Real algo más de cuatro millones y medio de personas, lo que supone un incremento del 3,7% en relación con idéntico periodo de 2014. Que las ventas hayan crecido en una proporción mayor se considera un indicio más de la recuperación económica, como también lo es que en la comparación entre los dos últimos meses de octubre, la cifra de facturación haya crecido un 25%. Sin los datos del hipermercado, de Primark y de Leroy Merlin, el total de ventas de los establecimientos ubicados en Valle Real alcanzó los 47,3 millones de euros entre enero y octubre de este año.

Con 47.597 metros cuadrados de superficie de ventas, Valle Real no es ya el mayor centro comercial de la región, aunque por número de locales y por la concentración de establecimientos en un único espacio mantiene características que lo convierten en un referente. Con una oferta de ocio muy limitada tras el cierre de los cines, el centro camargués ha evolucionado hacia una especialización en moda y restauración que las últimas aperturas, la ampliación de Zara y la llegada de Telepizza no hacen sino acentuar. Con todo, la necesidad de espacio y la veteranía del edificio son algunas de las cuestiones que la dirección quiere resolver. Mientras llega una ampliación que se ha pospuesto varias veces por diferentes circunstancias, el centro acometerá en 2016 una remodelación que renovará completamente la imagen de Valle Real y que se acometerá en los primeros meses de 2016.