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Contradictoria vivienda

El número de hipotecas constituidas encadena varios trimestres de decrecimiento, una evolución estadística que coincidía hasta hace poco con la de las compraventas, que ha girado a positivo en lo que va de año, lo que apunta a que cada vez son más quienes adquieren una vivienda sin recurrir a financiación bancaria. Como es habitual en otras estadísticas, Cantabria acompasa sus indicadores con los del conjunto de España, pero con diferencias en su cuantía: caen en mayor medida las hipotecas y suben más las compraventas y los precios.

José Ramón Esquiaga |  @josesquiaga | Septiembre 2024

Dependiendo de la estadística en la que fijemos la mirada, el mercado hipotecario lanza señales de lectura diversa, cuando no abiertamente contradictoria, que dificulta cualquier pronóstico que pueda hacerse de lo que habitualmente suele considerarse como un termómetro fiable para medir el momento económico. Como viene sucediendo casi en todo momento desde la crisis sanitaria, y singularmente desde que se endurecieron las condiciones de financiación, el número de hipotecas constituidas sigue apuntando claramente a la baja, algo que también sucede, aunque en menor medida, en lo que se refiere al número de compraventas. Ambas circunstancias, que indicarían un agotamiento de la demanda, casan mal con la evolución de los precios, tozudamente inclinada al encarecimiento. La tendencia es idéntica en Cantabria a la que se da en el conjunto de España, pero no tanto la proporción en que lo hace: disminuye en mayor medida el número y cuantía de las hipotecas, y también las compraventas, pero suben más los precios.

Según recogen los respectivos informes que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), en abril –último mes con datos– tanto el número de hipotecas como su importe medio experimentaron un significativo aumento en relación con el mismo mes del año anterior, y eso tanto en Cantabria como en el conjunto de comunidades autónomas. Pero ampliando el marco temporal de la comparación se diluye cualquier tentación de encontrar ahí un cambio de tendencia: tanto el dato interanual como las cifras del primer cuatrimestre siguen situadas claramente por debajo de las referencias temporales equivalentes de 2023, que fue un ejercicio que se cerró en negativo en ambos indicadores: con una caída del 18,45% y del 14,58% respectivamente en el conjunto de España, y del 16,79% y el 22,35% en el caso de Cantabria. En los cuatro primeros meses del año se mantiene el descenso, aunque este sea menos acusado: caen un 1,79% las hipotecas y un 4,04% su importe, descensos que en Cantabria son del 7,45 y el 1,76% respectivamente.

Sí puede encontrarse ese indicio de recuperación en lo tocante a las compraventas, que en España disminuyeron un 10% en 2023, mientras en Cantabria lo hicieron en un 8,44%. Frente a eso, durante el primer cuatrimestre de 2024, el número de transacciones de vivienda creció ligeramente en el conjunto de comunidades autónomas (un 0,64%) y de forma más significativa (un 12,92%) en Cantabria. El cruce de ambos datos –el correspondiente a las hipotecas y el que da cuenta de las ventas– apunta a que cada vez son más quienes adquieren una hipoteca sin recurrir a financiación bancaria, lo que a su vez refleja el peso que han ido ganando en el mercado los inversores, en detrimento de quienes buscan una vivienda para habitarla.

Todo lo anterior, que podría ser indicativo de un cierto agotamiento de la demanda, es compatible con una evolución de los precios que sigue apuntando al alza, y que cuestiona cualquier previsión de enfriamiento del mercado. Aunque con la habitual disparidad a la hora de medir su cuantía, tanto el INE como los diversos estudios que recurrentemente publican consultoras y portales inmobiliarios cuantifican las subidas en proporciones similares o incluso ligeramente superiores a la evolución general de la inflación. El más reciente de esos informes, el realizado por la sociedad de tasación Tinsa, sitúa además a Cantabria entre las comunidades autónomas en las que más se ha encarecido la vivienda durante los últimos doce meses.